Aprendiendo de la Historia
«La principal lección de la historia es que los hombres no aprenden las lecciones de la historia» (Aldous Huxley).
En el siglo tercero después de Cristo el mundo sufrió un cambio climático.
Hasta entonces el imperio Romano había disfrutado de un clima estable,
cálido y húmedo, que incluso permitía el cultivo de la vid en
Inglaterra, pero entre el año 200 y el 300 el clima se hizo más frío y seco, probablemente debido a varias importantes erupciones volcánicas registradas (ver bibliografía).
Como consecuencia del cambio climático la producción de cereal en Egipto, el norte de África y la península Ibérica, sus principales graneros, se redujo,
como demuestran los registros. Al mismo tiempo las conquistas del
Imperio Romano se habían detenido por falta de vecinos lo
suficientemente ricos y débiles para que valiera la pena la expansión, y
consecuentemente no había ingresos militares, pero los gastos militares
no se redujeron sino que aumentaron. Las legiones debían mantenerse
bien pagadas o se rebelaban y nombraban nuevos emperadores. La
disminución de ingresos por debajo de los gastos y la reducción de
cosechas provocaron la grave crisis económica del siglo tercero. La respuesta fue devaluar la moneda reduciendo su contenido en metales preciosos.

La inflación es tan antigua como el dinero: Contenido en plata del denario romano durante la crisis fiscal del siglo III.
El efecto de disminuir el valor del dinero es siempre el mismo, los precios se disparan, la economía se resiente y disminuyen aún más los ingresos por impuestos. La siguiente respuesta fue aumentar los impuestos
y se incrementó la burocracia destinada a producir y hacer cumplir
leyes cada vez más numerosas y complejas con el objeto de extraer la
mayor cantidad de riqueza posible de las clases productivas, mientras
los muy ricos estaban exentos de impuestos. El comercio a larga distancia, la principal fuente de riqueza del imperio, se colapsó
por el exceso de impuestos, la inseguridad de las rutas, el
empobrecimiento de la clase media y la devaluación de la moneda. Los
ciudadanos hartos de impuestos abandonaban los oficios para vivir de los
subsidios y en general los habitantes de las ciudades, la marca
distintiva del imperio, las abandonaban por el campo. Los terratenientes
cambiaban las cosechas de exportación por productos locales utilizados
en trueque. Las monedas de oro y plata desaparecieron, acumuladas para
retener su valor en una economía en declive. Aún hoy en día se siguen
encontrando tesoros enterrados por sus dueños en los turbulentos siglos
III y IV, y que no pudieron recuperar, como el reciente tesoro de 159
monedas de oro en St. Albans (Inglaterra).

Algunas monedas del tesoro romano de St. Albans (UK), encontrado por un buscador novato en su primer día.
La posesión de tierra no era una solución
al problema de los romanos. Fácilmente imponible, estaba además sujeta
al pillaje de las bandas de bagaudae, peligrosísimos
indignados anti-sistema de la época. Para evitar que las tierras se
abandonaran surgieron leyes obligando a los que las trabajaban a seguir
haciéndolo de por vida y haciendo que los hijos heredaran esa
obligación, creando la servidumbre que dio origen al sistema feudal, que sería adoptado dos siglos más tarde por los invasores bárbaros, que no eran terratenientes sino nómadas pastoriles.
En el año 251 una plaga de viruelas
(auténtico cisne negro) diezmó a la población complicando la situación.
En el año 260, aprovechando la derrota y captura del emperador por los
persas sasánidas, el imperio se rompió en tres estados, los imperios Romano, Gálico y Palmirano,
en guerra entre ellos y contra los invasores que los atacaban en todas
sus fronteras. La Dacia y los Campos Decumanos fueron abandonados y
Mesopotamia entregada a los persas, territorios perdidos para siempre.

El 260 fue el momento álgido de la crisis, con el imperio roto en tres estados y bajo ataque por todos los frentes.
A partir del 270 Aureliano empezó a restaurar el imperio expulsando a los invasores y derrotando a los secesionistas. Pero Roma nunca volvería a ser la que fue.
A pesar de que el clima empezó a mejorar, su sistema económico había
quedado irremediablemente dañado. Los bancos habían quebrado en masa. No
había dinero para reconstruir lo destruido. La Pax Romana era una
quimera y las ciudades se rodeaban de murallas. El imperio era
ingobernable y se hizo necesario dividirlo. El feudalismo se extendía
con los terratenientes que oprimían a sus siervos al amparo del estado.
Lo único que quedaba de la antigua Roma era su ejército que se transmutó
en un ejercito de mercenarios dirigido por mercenarios.

El emperador Aureliano consiguió reunificar el Imperio pero no resolver la crisis económica.
Durante más de un siglo Roma fue capaz de
contener militarmente a sus enemigos, aunque nunca volvió a tomar la
iniciativa. Pero en el año 338 se inició en Asia Central la peor sequía en 2000 años
de registro dendrográfico. Una sequía que duró 40 años hasta el año 377
y que dejó sin recursos a los nómadas pastoriles de esa amplia región,
que se agruparon en la confederación Huna y se
desplazaron hacia el Oeste arrasándolo todo a su paso y desplazando o
destruyendo a todos los pueblos en su camino. Para el año 370 los Hunos
habían llegado al Norte del Mar Negro, donde procedieron a conquistar a
los Alanos y a destruir y poner en fuga a los Reinos Godos. En el 395 comenzaron a atacar el imperio Romano. Quince años más tarde Roma había sido saqueada por los Visigodos y agonizaría durante medio siglo.
La confluencia de factores
climáticos, epidemias, malas decisiones políticas y económicas, guerras
innecesarias, gasto por encima de lo recaudado, destrucción de la
moneda y extracción abusiva de la riqueza de las clases productivas para
sostener a las improductivas no ocurre por casualidad.
Es una constante miremos donde miremos, los reinos musulmanes de la
Península, el imperio Español, el Japón de 1930, los imperios de
Mesoamérica, la Isla de Pascua y muchos otros. Siempre se añade una crisis de liderazgo, que es a la vez consecuencia de la crisis y causa de su empeoramiento.

Crisis de liderazgo: Durante la crisis del siglo III, entre el 251 y el 300 Roma tuvo 31 emperadores.
Los sistemas organizativos van incrementándose progresivamente en complejidad
conforme se enfrentan a retos. Cada nivel de complejidad añadido supone
un coste y produce un beneficio. Es una ley de los sistemas que debido a
las ineficiencias ineludibles cada nivel que incrementa la complejidad presenta un mayor coste y un menor beneficio, al tiempo que hace el sistema menos robusto.
Cuando la organización se ha hecho tan compleja que consume la mayoría
de los recursos que se generan, el sistema deja de expandirse y entra en
un estado en el cual trata de sobrevivir a las crisis mediante medidas cortoplacistas,
dado que la completa regeneración del sistema es imposible de realizar
por quienes se benefician de él. Es en ese estado cuando inevitablemente
termina por haber una confluencia de factores que superan la capacidad
del sistema y dado que no hay arreglo parcial posible, el sistema se derrumba,
bien por agentes externos o internos. La aparición de un liderazgo
fuerte y capaz, como el de Aureliano puede retrasar el final del
sistema, pero no evitarlo.

Adivina en qué punto nos encontramos.
Henos aquí en otra encrucijada de la historia,
habitando el sistema organizativo más complejo jamás diseñado y que
habiendo llegado a sus límites se enfrenta a una confluencia de factores
que lo ponen a prueba. En ausencia de liderazgo que retrase su final,
de nosotros depende, no salvar el sistema, sino desmontarlo y reconstruirlo bajo nuevos principios,
dado que el sistema no puede ser salvado. No se puede construir un
sistema sostenible bajo las premisas del actual y con las estructuras
del actual. Todos debemos ser anti-sistema, pero en un
sentido creativo, no destructivo, concentrándonos en el sistema que debe
sustituirle, porque la alternativa es, como sucedió en Roma, dejar que
el nuevo sistema lo organicen los ganadores de la crisis, lo que podría
producir un feudalismo moderno.
Los que no creen en la fragilidad del sistema deberían saber que actualmente el mundo tiene reservas de comida para 74 días (ver
llamamiento de la ONU), y que esa cifra sigue una tendencia descendente
a lo largo de la última década, donde la mitad de los años se ha
consumido más comida de la que se ha producido. Las cosechas son nuestro
talón de Aquiles ante el cambio climático, como lo fueron para Roma.
medicamentos veneno
Sólo el 1,4% de los
150.000 ensayos clínicos actuales se dedica a las enfermedades de los
más pobres y, mientras, los médicos tienen que usar fármacos creados
hace medio siglo con efectos secundarios brutales o que incluso matan a
los pacientes

Centro de salud en Ngilima (República Democrática del Congo), territorio de la enfermedad del sueño / Ben Milpas
Parece difícil sentir indignación porque una mujer tenga la opción de
quitarse el bigote, pero depende de qué crema contra el vello facial
use y de si se conoce la delirante historia de la eflornitina. El
relato, como muchos buenos relatos, empieza en África. Hace 25 años, en
concreto. Por entonces, en el continente se registraban cada año unos
350.000 casos de la enfermedad del sueño. El proceso era siempre el
mismo: una mosca tsetsé picaba a los campesinos y les transmitía un
parásito, que se multiplicaba en su sangre e invadía su cuerpo. Los
bichos microscópicos infectaban el sistema nervioso central. Y el
comportamiento de los enfermos se transformaba. Sentían confusión y eran
incapaces de coordinar sus movimientos. Y si la enfermedad no se
trataba, morían.
Las europeas se han quitado el bigote con un fármaco cuya ausencia en África mataba a miles de personas
En aquella época, el único tratamiento era prácticamente un veneno:
pinchazos en vena de melarsoprol, un derivado del arsénico que se
empleaba desde 1949 y todavía hoy se sigue utilizando como alternativa.
Los enfermos tratados sufrían diarreas con sangre, alergias e incluso un
síndrome encefalopático letal. El propio tratamiento provocaba hasta el
10% de las muertes asociadas a la enfermedad. Los médicos mataban antes
de que lo hiciera el parásito, porque la industria farmacéutica no
ofrecía ninguna otra opción.
Entonces llegó la esperanza. En 1990, la Agencia Federal del
Medicamento de EEUU aprobó un nuevo fármaco más seguro, la eflornitina,
desarrollado en origen contra el cáncer. Cundió el entusiasmo. Uganda,
uno de los países con los que se cebaba la enfermedad del sueño, lo
registró en 1993 y en seguida hicieron lo mismo otros países. La
enfermedad del sueño había llegado a ser la primera causa de muerte en
algunas aldeas africanas, incluso por delante del sida, pero la batalla
contra la enfermedad se podía ganar.
Inyecciones, no, cremas, sí
Y, entonces, el productor original de la eflornitina (la farmacéutica
estadounidense Marion Merrel Dow, luego Hoechst Marion Roussel) decidió
interrumpir la producción porque no era rentable. Los médicos africanos
tuvieron que seguir envenenando a sus pacientes con el derivado del
arsénico.
Y, para rematar, la producción de eflornitina se retomó sólo cuando
se descubrió que impedía la aparición del vello facial. No había
inyecciones para los enfermos, pero había cremas para las coquetas. Las
mujeres europeas empezaron a ponerse en el bigote un fármaco cuya
ausencia en África mataba a miles de personas.
Sólo cuatro de los 336 nuevos medicamentos diseñados entre 2000 y 2011 son para enfermedades olvidadas
La médico Nines Lima
recuerda la historia de la eflornitina con indignación. Ha trabajado en
hospitales de Somalia, Congo, Afganistán, India, Angola, Sudán, Níger. Y
en todos los lugares la misma historia: personas muriendo por
enfermedades propias del Medievo, tratadas con medicamentos
desarrollados hace medio siglo y con efectos secundarios brutales.
Algunos son, más que medicamentos, venenos.
“Debemos hacer presión política para denunciar que la I+D sigue
intereses comerciales y no las necesidades de la salud mundial”, clama
Lima. Los últimos datos que maneja su organización, Médicos Sin
Fronteras (MSF), son escandalosos. Entre 2000 y 2011, la industria y las
instituciones públicas diseñaron 336 medicamentos nuevos, pero sólo
cuatro de ellos se pensaron para tratar enfermedades tropicales
olvidadas. En otras palabras, sólo el 1,2% de los nuevos fármacos sirven
para luchar contra enfermedades que representan el 10,5% de la pérdida
de salud de los habitantes del planeta. Son datos de un estudio todavía
sin publicar elaborado por MSF y la iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas.
Fármacos que producen sordera
Mientras la tuberculosis y las 17 enfermedades tropicales
consideradas desatendidas por la OMS mantienen a unos 1.400 millones de
personas hundidas en la pobreza, las compañías farmacéuticas y los
organismos públicos se centran en investigar las enfermedades de los
ricos. A fecha de diciembre de 2011, sólo el 1,4% de los 150.000 ensayos
clínicos registrados estaban dedicados a las enfermedades desatendidas,
según el mismo estudio.
La tuberculosis multirresistente
es un buen ejemplo de cómo funciona el sistema. Está causada por
bacterias que se hacen resistentes a los dos medicamentos más poderosos
que existen contra la enfermedad clásica. Así que para combatir a la
bacteria es necesario un tratamiento salvaje: dos años tomando hasta 20
pastillas al día que producen depresión, dolores insoportables, náuseas,
reacciones psicóticas e incluso sordera definitiva. Y aún así sólo se
curan la mitad de los pacientes. Sólo en 2011 se registraron 310.000
nuevos casos de esta tuberculosis multirresistente y uno de cada cinco
enfermos recibió este tratamiento horrible. El resto, directamente nada.
El pasado 31 de diciembre, sin embargo, ocurrió un hecho histórico.
La Agencia Federal del Medicamento de EEUU aprobó el primer fármaco
contra la tuberculosis desde 1963, la bedaquilina, producida por la
multinacional estadounidense Johnson & Johnson. El director de la
Campaña de Acceso de MSF, Manica Balasegaram, lo recibió como “un avance
mayúsculo”. Y las ONG contra la pobreza luchan para que este éxito se
repita.
Una batalla con final feliz
Nines Lima viajará dentro de un mes desde Barcelona hasta Batangafo,
un pueblo del noroeste de la República Centroafricana, escenario de una
crisis humanitaria totalmente invisible. En medio de un levantamiento
armado contra el Gobierno, MSF ha puesto en marcha un ensayo clínico
para probar un nuevo tratamiento contra la enfermedad del sueño.
“Necesitamos mejores fármacos, con menos efectos secundarios y más
eficaces”, expone Lima.
«Con las enfermedades olvidadas algunas farmacéuticas sólo quieren limpiar su imagen»
Israel Molina
Científico del Instituto de Investigación Vall d’Hebron
La presión política de MSF tras el escándalo de la crema contra el
vello facial surtió efecto y entre 2000 y 2001 la OMS llegó a acuerdos
con las farmacéuticas Aventis Pharma (que absorbió a Hoechst Marion
Roussel, la empresa que detuvo la producción de eflornitina porque no
era rentable, y hoy forma parte de la francesa Sanofi) y Bayer Health
Care, que comenzaron a suministrar gratuitamente medicamentos para
tratar la enfermedad del sueño. Es una batalla con final feliz, de
momento. Hace una década había 30.000 casos anuales de enfermedad del
sueño. En 2011 fueron unos 7.000.
“Con las enfermedades olvidadas algunas
farmacéuticas sólo quieren limpiar su imagen, diciendo que tienen
colaboraciones de este tipo”, sentencia el médico Israel Molina, del
Instituto de Investigación Vall d’Hebron, un centro público situado en
Barcelona. Molina coordina un macroproyecto internacional
seleccionado por la Comisión Europea para conseguir un fármaco más
eficaz, barato y benigno contra la enfermedad de Chagas, que afecta a
unos ocho millones de personas en todo el mundo, sobre todo en América
Latina. “El tratamiento actual contra el chagas, el benznidazol, es un
veneno”, explica. Alrededor del 15% de los pacientes tienen que
abandonar el tratamiento por su toxicidad. La supuesta cura muchas veces
es peor que la enfermedad, que por su parte puede destruir las paredes
del corazón hasta la muerte.
“No te donamos fármacos”
Hace cinco años, Molina y su equipo pensaron que un fármaco contra
los hongos, el posaconazol, podría ser útil para tratar la enfermedad de
Chagas, prima hermana americana de la enfermedad del sueño. Y Molina
trató de investigar su hipótesis.
“Las industrias farmacéuticas no quisieron colaborar en los ensayos
con estos productos porque no eran rentables”, denuncia. La empresa
propietaria del posaconazol, Schering-Plough, rechazó donar fármacos
para la investigación. “Llamamos y nos dijeron que no”, recuerda. Los
científicos pidieron entonces una ayuda pública de 400.000 euros para
comprar posaconazol a la farmacéutica y continuar por las bravas su
investigación, que por otra parte no ha dado los resultados esperados.
Por el camino, la estadounidense Merck ha comprado a Schering-Plough.
El médico Israel Molina lamenta que una farmacéutica no quisiera cooperar en su investigación sobre el chagas
“El posaconazol es caro. El tratamiento de cada paciente hoy habría
costado unos 7.500 euros. Si hubiéramos demostrado que el posaconazol es
fantástico contra la enfermedad de Chagas, Schering-Plough habría
estado obligada a reducir los costes de producción, lo que para ella
supone no ganar todo lo que podía ganar. Y si no hubieran reducido los
costes, habría sido un escándalo. Por eso no quisieron colaborar en los
ensayos”, explica Molina. Que la industria no quiera donar fármacos para
participar en este tipo de ensayos es relativamente común, aunque en su
nuevo proyecto sí participan dos laboratorios farmacéuticos —Bio
Praxis, de Francia, y Elea, de Argentina— que han firmado un documento
en el que se comprometen a no enriquecerse con los resultados de la
investigación. “Elea y Bio Praxis tienen en sus cartas fundacionales el
compromiso con la investigación en enfermedades olvidadas. Sería injusto
tildar a todas las farmacéuticas de interesadas”, subraya Molina. Tras
absorber a Schering-Plough, Merck también ha comenzado un proyecto para
estudiar el tratamiento de la enfermedad de Chagas con posaconazol.
“La situación ha cambiado con el chagas. Ahora está de moda entre las
farmacéuticas”, señala Molina. “Los enfermos han salido de sus países,
que son pobres, y han emigrado a países ricos. Ahora sí interesan a las
farmacéuticas”, aclara. Bolivia es el país más afectado por el chagas,
pero más de 200.000 bolivianos viven en España.
“Un escándalo absoluto”
El caso de la enfermedad de Chagas ha sido, sin embargo, un
“escándalo absoluto”, en palabras del médico Rogelio López-Vélez,
responsable de la Unidad de Medicina Tropical en el Hospital Ramon y
Cajal de Madrid. La multinacional farmacéutica Roche tuvo el monopolio
del único tratamiento contra el chagas, el benznidazol, durante más de
20 años. Es casi un veneno, pero es el único tratamiento contra la
enfermedad.

Un paciente de mal de Chagas en Arauca, en la frontera entre Colombia y Venezuela / Mads Nissen/MSF
En 2003, Roche donó la tecnología necesaria para fabricar el
benznidazol al laboratorio público brasileño Lafepe, pero la
incompetencia de esta instalación dejó al mundo sin pastillas contra el
chagas entre 2011 y 2012. Una enfermedad que cada año mata a 10.000
personas se quedó sin tratamiento. Sólo en España, 24.000 bolivianos se quedaron sin los fármacos
que necesitaban. “Ahora hay una recuperación tímida, gracias al
laboratorio argentino Elea, que ha empezado a producir más benznidazol”,
explica López-Vélez.
Hace un año, la Fundación Bill y Melinda Gates reunió en Londres a la
Organización Mundial de la Salud, a 13 empresas farmacéuticas, al Banco
Mundial y a países donantes, como EEUU y Reino Unido. De la conferencia
salió una alianza para controlar o eliminar 10 enfermedades tropicales a
lo largo de esta década. Médicos Sin Fronteras aplaudió, pero bajito.
Uno de sus responsables, Daniel Berman, exigió en seguida “una mayor
inversión [...] en nuevos y mejores tratamientos”.
Y el presidente de MSF, Unni Karunakara, estalló hace un mes
en una conferencia en Nueva York. “La gente sigue muriendo de
enfermedades arcaicas. Los profesionales sanitarios están todavía atados
por las carencias de medicamentos disponibles, obligados a tratar a sus
pacientes con medicamentos que tienen décadas de antigüedad y que
suelen ser brutales”, bramó. “Nuestros pacientes están a la espera de
avances científicos reales”.
Título Original: "Sueños colectivos"
Dirección: Manuel Gómez y Marco Potyomkin
Guión: Manuel Gómez y Marco Potyomkin
Cámara: Marco Potyomkin
Montaje: Marco Potyomkin
Sonido: Marco Potyomkin
Productora: Potyomkin Producciones
Intervienen: Martín Arnal, Francisco Carrasquer, Presen Carrasquer, Alejandro Diez Torre, Luis Hernández, Graham Kelsey, José Luis Ledesma, Raúl Mateo, José Oto Ezquerra, Alejandro Pascual, María Sesé, Mariano Viñuales, Hanneke Willemse
Idioma: Castellano
País de producción: España
Año: 2011
Duración: 92 min.
Web Oficial: Potyomkin Producciones
Sinopsis corta:
"Desde el mismo comienzo de la guerra civil, en Julio de 1936, en muchos pueblos de la España republicana y en la gran mayoría del Alto Aragón, mujeres y hombres del campo colectivizaron la tierra y pusieron fin a la explotación del hombre por el hombre. Abolieron el dinero, implantando el intercambio de productos, articularon un reparto igualitario según las necesidades de cada uno, atendieron cuestiones sociales que hasta entonces habían sido olvidadas durante
siglos ..."
Especulando que es gerundio. Sobre la agricultura y la crisis alimentaria
Se ha logrado descender de los 1.020 millones contabilizados en 2009, la actual cifra sigue siendo “inaceptablemente alta”, según la propia organización. Entre los factores que influyeron para este significante descenso, la FAO destaca el crecimiento económico en algunos países y la reducción en los precios de los alimentos.
Se ha logrado descender de los 1.020 millones contabilizados en 2009, la actual cifra sigue siendo “inaceptablemente alta”, según la propia organización. Entre los factores que influyeron para este significante descenso, la FAO destaca el crecimiento económico en algunos países y la reducción en los precios de los alimentos.
Aún así y a pesar de las buenas noticias, nada está siendo como antes de la crisis alimentaria de 2008. La propia FAO advertía en diciembre de 2009 que los alimentos mantenían precios elevados. Según una escala que confecciona esta institución, en noviembre de 2009 el índice de precios de los alimentos mantuvo una media de 168 puntos. Este nivel fue un 20% inferior al máximo histórico de junio de 2008, cuando la crisis mundial en los precios estaba en pleno apogeo. Sin embargo, antes de 2007, este valor nunca superó los 120 puntos y durante la mayor parte del tiempo se mantenía por debajo de los 100.
Estas cifras indican claramente que, en los últimos años, los alimentos han experimentado incrementos espectaculares en sus precios que amenazan la seguridad alimentaria de millones de personas.
La FAO, fiel a los intereses de quienes controlan los recursos agrícolas para enriquecerse, enumeró los factores que a su juicio ocasionaron la subida. Por ejemplo, dicha organización justificó que el aumento en 2007 y 2008 fue inducido por las malas cosechas, la reducción de las reservas mundiales de cereales, el alza en los precios del petróleo y el desvío de cultivos para alimentar depósitos de coche en detrimento de los estómagos humanos (agrocombustibles). También por las restricciones a la exportación impuesta por algunos países cuando estalló la crisis de los precios, la debilidad del dólar y la especulación en los mercados financieros.
A finales de 2009, por el contrario, las reservas de cereales se habían recuperado, las exportaciones eran más adecuadas y el precio del petróleo había descendido, entonces ¿Por qué seguían los precios elevados?
Como muchas organizaciones y muchos expertos han indicado, dos de las causas señaladas por la FAO serían el detonante que ha empujado a la humanidad a una etapa de alimentos caros: los agrocombustibles y la inversión en los recursos agrícolas.
La organización GRAIN cita que el dinero especulativo en alimentos, creció de los 5.000 millones de dólares en 2000 a los 175.000 en 2007. Numerosas fuentes bibliográficas informan que, inversores y empresas han especulado en la compra de tierras y cosechas ya que dicha actividad genera espectaculares dividendos.
En los meses de agosto y septiembre de 2010, en la bolsa de futuros de Chicago (el principal nido de especuladores) el trigo sufría un incremento del precio de un 60-80% respecto al mes de julio. Al parecer, algunos brokers vieron una oportunidad de oro en la prohibición de las exportaciones de trigo en Rusia y la escasez en otros países como Ucrania y Canadá. Las multinacionales alimentarias también reaccionaron ante el temor de la escasez. Por eso realizaron contratos de futuros y acapararon toneladas de trigo.
Los precios, lógicamente subieron y los países de África exigieron a la FAO soluciones en la volatilidad de los mismos. El aumento del 30% en el precio del pan, originó en Mozambique disturbios que han dejado a varios muertos. Todavía no son más noticia que los exabruptos de Mourinho y las cantinelas de Belén Esteban, pero todo es cuestión de tiempo. El maíz también se ha incrementado un 40%, el arroz un 7% y esta tendencia alcista, de seguir, podría arrastrar a otros alimentos básicos y materias primas como los piensos. Esta volatilidad obligará a los 77 países más pobres del mundo a gastarse un 8% más de dinero en comprar alimentos. Más pulgas para los perros flacos.
Por otro lado, el café tampoco se ha escapado de esta vorágine especuladora. A finales de septiembre, la ONG española ESPANICA —que importa café de comercio justo desde Nicaragua— informaba a sus socios que los precios internacionales del café estaban creciendo debido a que los grandes operadores se estaban aprovisionando de cantidades importantes de grano. Es posible que este acopio de café sea para introducirlo posteriormente al mercado, reduciendo los precios a niveles de hambre y ahogando a millones de agricultores y pequeños competidores.
Desde la FAO y otros estamentos como la Comisión Europea, alegan que una crisis como la de 2008 queda lejos. Afirman que hay disponibilidad, que hay reservas suficientes e incluso la FAO señala que la previsión en la producción mundial de cereales para 2010 podría ser la tercera mayor registrada hasta hoy. Pero aún así y a pesar del optimismo, los precios de los alimentos están ascendiendo por más valeriana que inyecten desde Bruselas y Roma.
Por eso en épocas de crisis, tocará rascarse más si cabe el maltrecho bolsillo o comer directamente piedras del río, mientras esperamos las “exploraciones de enfoques alternativos para mitigar la volatilidad”, que están realizando algunos afortunados burócratas de la FAO, que seguramente devengarán salarios astronómicos que evitarán cualquier sufrimiento a la hora de llenar sus frigoríficos.

Las colmadas reservas y las soberbias cosechas, ya no sirven para aplacar la voracidad y la avaricia de unos pocos a los que no les importa que la gente muera de inanición. Los estamentos públicos en todas sus dimensiones y galaxias, tampoco están dispuestos a frenar las prácticas criminales del “Dios Mercado” y mucho menos a separar la agricultura y la alimentación de toda depravación mercantilista. Multinacionales, inversores, bancos y brokers seguirán siendo los amos del cotarro, caiga quién caiga, adelgace quién adelgace.
Es por eso que seguirán teniendo la culpa las malas cosechas aún cuando no hay malas cosechas. También los países que limitan sus exportaciones en momentos de riesgo, aunque eso es lo que harían todos si pudieran. Porque resulta más práctico mirar a otro lado y echar balones fuera, que incentivar una soberanía alimentaria que garantice alimentos de calidad y reactive el tejido rural en cada ciudad, nación, estado o continente.
Revista ANTHROPOS. Anarquismo desde la Antropología social
Diego Abad de Santillán. Un anarquismo sin adjetivos Una visión crítica y actual de la revolución social.
La personalidad y obra de Diego Abad de Santillán, habita el silencio y la memoria de nuestra historia. Por eso este número de la revista Anthropos quisiera convertirlo más en memoria, palabra y presencia que en silencio y olvido. Su pensar radical y su vivencia coherente le hacen permanecer en el laboratorio de la historia como germen y siembra de esperanza. El Suplementos 36 completa esta visión con una antología de textos acerca de historia social y económica, la guerra civil española, nuevas reflexiones económicas y sociales y un conjunto selecto de biografías que expresan su respeto y fidelidad a la tradición libertaria.
Federico Urales. Una cultura de la acracia, ejercicio de un proyecto de libertad solidaria
Federico Urales es memoria y presencia de anarquía y revolución social, proyecto de libertad. Hoy los vientos de la anarquía y la acracia permanecen escondidos como germen potente en el fondo, en la entraña viva de la realidad, porque nunca se sabe dónde y cuando va a brotar, a manifestarse su presencia. El presente número de la revista Anthropos sólo quiere traer a la memoria su recuerdo, su voz y su presencia, negar el silencio y comunicar con el anhelo soterrado de quienes se sienten en comunión libertaria con la historia, para levantar la palabra contra la barbarie y la muerte. Se completa con el Suplementos 5 (marzo 1988) que recoge una selección de textos de F. Urales.
Félix Carrasquer. Proyecto de una sociedad libertaria Experiencia histórica y actualidad
Félix Carrasquer vive en su escritura y en su acción, permanece fiel a una Revolución social que universaliza los bienes y autogestiona la vida como una forma de ser. Su vida gira en torno a algunas ideas y realizaciones comprometidas y vividas frente a la historia, la sociedad y la creación cultural.
Joan Peiró. Sindicalismo y anarquismo Actualidad de una historia
Este número de revista Anthropos dedicado al análisis y valoración de la figura y la obra de Joan Peiró. Tenía muchas cosas claras, por eso configura su proyecto social, el sentir dentro del comunismo libertario y la formación de un sindicalismo revolucionario capaz de asumir desde el trabajo, con inteligencia y sabiduría, lo que el capital ...
José Peirats Valls. Historia contemporánea del Movimiento Libertario Visión de un compromiso anarquista: la Revolución Social
El contenido de los trabajos que integran este número de la revista Anthropos, constituye un verdadero proceso de análisis e investigación de la obra y vida de José Peirats, una muestra constante de su constante diálogo y apertura al otro. Estamos ante la obra de un hombre íntegro, trabajador, sabio, que nos ofrece una investigación abierta ...
José Peirats Valls. Una experiencia histórica del pensamiento libertario Memorias y selección de artículos breve
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Prisionero de Franco Los anarquistas en la lucha contra la dictadura
Miguel García, fallecido en Londres en 1981, forma parte de una generación excepcional de combatientes que dedicaron su vida a luchar contra el fascismo y a lograr una sociedad más justa y libre. Este testimonio, apareció en Inglaterra en 1972 bajo el título de Franco’s Prisoner. En él García rememora sus años de lucha durante la guerra civil.
Ricardo Mella o el anarquismo humanista Prólogo de Esperanza Guisán
Estudio sobre el pensamiento y la obra del anarquista gallego Ricardo Mella, hace un recorrido y exposición de alguna de las ideas más importantes del pensamiento y la obra del que, en palabras de Federica Montseny, "está considerado como el más hondo, el más penetrante y el más lúcido de los pensadores anarquistas españoles".
Los 'cuasicristales': mosaicos árabes formados por átomos

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José Peirats Valls. Historia contemporánea del Movimiento Libertario Visión de un compromiso anarquista: la Revolución Social
El contenido de los trabajos que integran este número de la revista Anthropos, constituye un verdadero proceso de análisis e investigación de la obra y vida de José Peirats, una muestra constante de su constante diálogo y apertura al otro. Estamos ante la obra de un hombre íntegro, trabajador, sabio, que nos ofrece una investigación abierta ...
El contenido de los trabajos que integran este número de la revista Anthropos, constituye un verdadero proceso de análisis e investigación de la obra y vida de José Peirats, una muestra constante de su constante diálogo y apertura al otro. Estamos ante la obra de un hombre íntegro, trabajador, sabio, que nos ofrece una investigación abierta ...

José Peirats Valls. Una experiencia histórica del pensamiento libertario Memorias y selección de artículos breve
El presente Suplementos, antología de escritos de José Peirats incluye tres apartados: Memorias, Selección de artículos breves y Tres encuestas a José Peirats. Las memorias de este escritor y ladrillero, de este historiador y militante obrero tienen una importancia especial como exponente de una época, de una generación de luchadores libertrios
El presente Suplementos, antología de escritos de José Peirats incluye tres apartados: Memorias, Selección de artículos breves y Tres encuestas a José Peirats. Las memorias de este escritor y ladrillero, de este historiador y militante obrero tienen una importancia especial como exponente de una época, de una generación de luchadores libertrios

Prisionero de Franco Los anarquistas en la lucha contra la dictadura
Miguel García, fallecido en Londres en 1981, forma parte de una generación excepcional de combatientes que dedicaron su vida a luchar contra el fascismo y a lograr una sociedad más justa y libre. Este testimonio, apareció en Inglaterra en 1972 bajo el título de Franco’s Prisoner. En él García rememora sus años de lucha durante la guerra civil.

Ricardo Mella o el anarquismo humanista Prólogo de Esperanza Guisán
Estudio sobre el pensamiento y la obra del anarquista gallego Ricardo Mella, hace un recorrido y exposición de alguna de las ideas más importantes del pensamiento y la obra del que, en palabras de Federica Montseny, "está considerado como el más hondo, el más penetrante y el más lúcido de los pensadores anarquistas españoles".
El hallazgo del ciéntifico israelí Daniel Shechtman, que le ha valido el Nobel de Química, ha probado la existencia de unas estructuras que sólo existían en las matemáticas
Son figuras que nunca se repiten. Son similares entre ellas, no se repiten nunca y están construidas a través de una unidad
El científico israelí Daniel Shechtman ha sido galardonado este miércoles con el Nobel de Química por su descubrimiento de los 'cuasicristales'. Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de 'cuasicristales'?
A modo de imagen gráfica, la estructura de los 'cuasicristales' se asimila a los mosaicos árabes por su complejidad estructural. "Es una estructura de átomos colocados en red que tiene como particularidad que no es periódica, pero sí regular", explica a LaVanguardia.com Jaume Casademunt, profesor de la Facultad de Física de la Universidad de Barcelona.
"Es como si pretendes colocar unas baldosas encajadas en el suelo. Si las pones cuadradas o rectangulares, te encajan muy bien. Si las pones triangulares, también. En cambio, hay figuras extrañas que pueden ser encajadas para cubrir todo el suelo sin que se repita la misma estructura. La estructura acaba siendo regular en el sentido de que siempre es repetición de una única unidad, pero la manera en la que va quedando encajada no se repite nunca", aclara.
"Son figuras que, si te las miras al detalle, nunca se repiten. Son similares entre ellas, pero no se repiten nunca. Pero sí están construidas a través de una unidad, una estructura elemental, que es complicada, no es ni un cubo ni un triángulo", añade.
Es por todo ello que dichos 'cuasicristales' pueden ser comparados con los mosaicos árabes. Estos enrevesados mosaicos decorativos, característicos de la arquitectura medieval en el mundo islámico, exhiben un concepto geométrico muy avanzado que los matemáticos occidentales sólo lograron descifrar 500 años más tarde, según rezaba un estudio publicado en su día en la revista Science.
En el proceso creativo de esos mosaicos, los artesanos islámicos del siglo XV utilizaron regla y compás para elaborar patrones de diseño que prueban, según dicho estudio, la sofisticación de la cultura islámica medieval.
Para Casademunt, el mérito del hallazgo de Shechtman radica en haber demostrado que estas estructuras existen más allá de las matemáticas. "La importancia científica de este descubrimiento es que siempre se había pensado que este tipo de estructuras eran puras elucubraciones matemáticas, pero que en la naturaleza no se daban".
"Los matemáticos ya lo habían estudiado antes de que lo descubriera Shechtman. Él lo que ha hecho es demostrar que existían en la realidad, que habían materiales que se ordenaban de esta manera", remarca Casademunt.
Son muchas las aplicaciones prácticas del descubrimiento efectuado en su día por el químico israelí. Los 'cuasicristales' aparecen en uno de los tipos de acero más duros del mundo, que se usa para producir hojas de afeitar y finísimas agujas para operaciones oculares.
Los científicos experimentan en la actualidad con los 'cuasicristales' en otros productos como sartenes y motores diesel, y se emplean además para recubrimientos protectores antiadherentes por su condición de malos conductores de la electricidad y su dureza.
Chomsky sobre la ciencia cognitiva, y el anarquismo.

Noam Chomsky entrevistado por Reddit Blog, 19 de marzo de 2010.
P: ¿En este momento ve un elefante en la habitación de la ciencia cognitiva, de la misma forma que usted nombro a uno hace 50 años -- esto asumo es una referencia a mi crítica del Comportamiento Radical -- algo que necesita ser resuelto pero no obtiene casi atención?
NC: Bueno, algo que creo que recibe poca atención en la habitación de la ciencia cognitiva es la ciencia cognitiva como tal. La mayoría del trabajo que se está haciendo no parece tratarse de ciencia cognitiva, podría tomar un par de diarios aquí y darte unos ejemplos. El objetivo de la ciencia cognitiva es debe ser solo una parte de la biología. Concierne a la naturaleza, el crecimiento, desarrollo e incluso tal vez de la evolución de un particular sub-sistema en el organismo, principalmente el sistema cognitivo, que debe ser tratado de la misma forma que el sistema inmunológico, el sistema digestivo, el sistema visual. Cuando estudiamos estos sistemas hay una serie de preguntas que nos tenemos que hacer. Una de estas preguntas es, por supuesto, qué son: ¿podemos atribuirle características?. Esto se ha perdido totalmente en la ciencia cognitiva. Me refiero a que, toma por ejemplo mi propio campo de estudio, el lenguaje: hay muchísimo trabajo en lo que ellos llaman ciencia cognitiva y en lo que ellos llaman lenguaje; pero es muy extraño ver un esfuerzo en caracterizar lo que es en sí, y bueno, si no puedes hacer eso, no tiene ninguna diferencia nada de lo que hagas. El segundo tipo de pregunta que habría que preguntarse sobre cualquier órgano o subsistema del cuerpo es ¿cómo llega a ser lo que es? ¿Cómo pasa de un estado inicial, que es determinado genéticamente, a sea cual sea el estado que éste asume? Investigando esto hay muchos factores que puedes separar para propósitos analíticos, uno de ellos es la constitución genética especifica que está relacionada con este sistema, esto no significa que cada pieza de éste es utilizada sólo para este sistema, pero cualquier combinación de propiedades genéticamente determinadas que sea que determina que tienes un sistema visual insectívoro en vez de un sistema mamífero, o lo que pueda ser. La segunda pregunta de este tipo se refiere a cualquier dato exterior que modifique al estado inicial para conseguir el estado siguiente. La tercera se refiere a sobre si las reglas de la naturaleza interfieren en el crecimiento y desarrollo del organismo, que, por supuesto, lo hacen y de manera abrumadora: nadie, por ejemplo, dice que tu tienes un programa genético determinado que dictamina que las células se dividen en esferas, no cubos; eso es por minimización del a energía y por otras leyes naturales. Y lo mismo se mantiene por el transcurso del desarrollo. Por supuesto, lo mismo ocurre con la evolución, que ocurre en un canal físico y químico especifico de opciones y posibilidades, y las leyes físicas interfieren todo el tiempo en determinar que es lo que ocurre. Y el tercer tipo de pregunta es una de "por qué": ¿Por qué este sistema se comporta así y no de otra manera? En este punto te encuentras, primero que nada, con accidentes históricos como un asteroide que cae en la tierra. Pero, más significativamente, con el cómo las propiedades físicas y químicas del universo entraron a determinar el que ciertos cambios evolutivos se lleven a cabo bajo ciertas circunstancias particulares. Estas son un número de preguntas que habría que preguntarse, pero es muy difícil encontrar alguna concentración en estas preguntas, por lo menos en las aéreas de la ciencia cognitiva en las que estoy interesado, como el lenguaje, por ejemplo. Lo que se tiene son esfuerzos extremos, que son de cierta forma extremamente extraños, para demostrar que problemas triviales, que hemos respondido y para los que tenemos respuestas desde hace 60 años, pueden ser tratados con análisis masivo de datos, y podría dar algunos ejemplos, de hecho he escrito sobre ejemplos, pero me parece que seria salirse del camino. Me gustaría que la ciencia cognitiva se concentrara en los problemas que hay que resolver; ahora, esto es una pincelada bastante amplia, sí hay una buena parte que si se trata y hay buen trabajo en la ciencia cognitiva, pero en mi opinión es muy restringido con respecto al tiempo y esfuerzo dedicado -- desde mi punto de vista, mal utilizado -- en problemas periféricos que no tienen sentido, y esfuerzos que simplemente colapsan, y lo hacen constantemente. De hecho, muchos de ellos son parte del residuo del comportamiento radical que siento que hay que superar mientras se desarrolla la ciencia, podría dar ejemplos pero esto es solo una pincelada bastante amplia y general, injusta para muchos buenos trabajos, solo tomo tendencias que siento que están fuera de curso.
P: ¿Cuales son algunas de sus críticas al movimiento Anarquista de hoy? El cómo ser lo más efectivo posible es algo que muchos anarquistas no ven y usted podría decirse es la voz más prolífica en este tema, por lo que sus pensamientos serian bastante influyentes.
NC: Bueno, no estaría de acuerdo con el último comentario, pero mi crítica para el movimiento anarquista de hoy es un poco como la critica a la ciencia cognitiva, ¿Qué es el movimiento anarquista? Me refiero a que hay un número bastante grande de personas que aseguran estar comprometidas, de alguna forma u otra, con lo que llaman anarquismo, pero ¿hay un movimiento anarquista?, Hace 20 años estaba casualmente yo en Madrid, un día que resulto ser el día del trabajador, día en el que hubo grandes demostraciones de cientos de miles de personas del CNT, la vieja organización laboral anarquista, y bueno, puedes tener muchos criticismos contra estos movimientos anarquistas, pero por lo menos había un lugar a donde apuntarlos, había algo allí, algo que criticar o apoyar o tratar de cambiar. Pero el movimiento anarquista de hoy en los EEUU es, tan lejos como puedo ver, extremamente diluido, altamente sectorizado, así que cada grupo en particular pasa el tiempo atacando a alguna otra tendencia -- aunque algunas veces haciendo cosas importantes y útiles, pero es muy difícil. Esto no es solo cierto con los que se categorizan como anarquistas, pero también los que se pueden llamar activistas, los que quedan, los cuentas y hay muchas personas, mas de los que hubo alguna vez en el pasado, exceptuando tal vez un muy pequeño periodo al final de los años 60 y las organizaciones CIO en los 30, y cosas como esa, pero hay muchas personas interesadas en tantas cosas. Pasas por el pasillo principal de esta universidad y vez escritorios con estudiantes bastante activos y comprometidos con muy importantes situaciones, pero altamente fragmentados: hay muy poca coordinación, tremenda sectorización e intolerancia, intolerancia mutua sobre lo que creo yo que debe ser prioridad. Yo en lo particular creo que la principal crítica al movimiento anarquista es que tiene que reorganizarse y aceptar las divisiones y la controversia. No tenemos las respuestas, solo, tal vez, puntos básicos que seguir para una sociedad, no tenemos respuestas especificas -- nadie sabe tanto -- , y hay de seguro bastante espacio para desacuerdos saludables y constructivos, en la escogencia de tácticas, prioridades y opciones, pero veo muy poco de eso siendo manejado con camarería, de una forma civilizada y con un sentido de solidaridad y objetivo en común. Sobre cómo ser lo más efectivos posible, ese es precisamente el punto, en qué debemos concentrarnos: no hay que hacer una lista sobre los severos problemas por los que está pasando el mundo, algunos de ellos son extremadamente severos, por ejemplo, hay al menos dos serias preguntas con respecto a la supervivencia, literal, de la especie humana: una es la existencia de armas nucleares. Si alguien estuviese viéndonos desde Marte, estaría muy sorprendido que hayamos sobrevivido los últimos 60 años, y esto es extremadamente peligroso en este momento, no veo como eso no podría ser una prioridad; la otra es la cada vez más cercana crisis ambiental, y eso es algo que el anarquismo en particular debería estar bastante dedicado en resolver, ya que involucra, en una mano, las cuestiones de tecnología Ðque si puedes hacer que la energía solar funciones, y asiÐ y por el otro lado, la tendencia anti-ciencia en el anarquismo Ðla cual sí existeÐ ésta se encuentra en una posición contraproducente, ya que serán necesarias tecnologías sofisticadas y descubrimientos científicos para crear la posibilidad de la supervivencia de la sociedad humana, a menos que decidamos que no debería sobrevivir, deberíamos descender hasta alrededor de un par de miles de cazadores y recolectores. Pero excepto por esto, si realmente te preocupas por los billones de personas en el mundo y sus nietos y bisnietos, se van a requerir avances científicos y tecnológicos. Igualmente, serán requeridos cambios sociales radicales, particularmente en los Estados Unidos, pero esto también aplica al resto del mundo, donde ha habido proyectos corporativos de ingeniería social Ðbastante consientes, no esconden lo que están haciendoÐ desde la 2da Guerra Mundial, tratando de construir un sistema social basado principalmente en la explotación de hidrocarburos, como medios para crear suburbios, crear autopistas y destruir vías del tren; esto significa muchos cambios sociales sustanciales, y el anarquismo debería pensar en estos cambios. pensar en ellos no solo significa "me gustaría tener una sociedad libre y justa", no, eso no es pensar en ello, hay que hacer una distinción si queremos ser efectivos, entre el hacer propuestas y el comprometerse, es decir, puedes proponer que todos vivamos en paz, nos amemos los unos a los otros, que no debemos vivir bajo ninguna jerarquía, todos deben cooperar, está bien, es una buena propuesta, buena tal vez para un seminario académico en alguna parte; pero el comprometimiento requiere más que solo proponer, significa colocar una meta Ðla propuestaÐ y crear un camino de aquí para allá, eso es comprometimiento, y el camino de aquí para allá requiere, invariablemente, de pequeños pasos, requiere el reconocimiento de la realidad económica y social tal como existe e ideas sobre cómo construir las instituciones del futuro dentro de las sociedades existentes Ðpara citar a BakuninÐ pero también para modificar la sociedad existente. Es decir, pasos deben ser tomados para acomodar la realidad Ðla cual no hay que negarlaÐ, es la única forma de ser efectivos. Esto lo puedes ver si observas los serios y substanciales diarios anarquistas, como Freedom Press en el Reino Unido, que es tal vez el diario más viejo que ha habido, y si lo lees, te das cuenta que la mayoría de las paginas trata sobre tácticas reformistas moderadas, lo cual no es un criticismo, debería ser así y concentrarse en los derechos del trabajador, con problemas ambientales específicos, con la pobreza y el sufrimiento, con el imperialismo y así, y si quieres comprometerte a largo plazo con respecto a cambios sociales significativos hacia una sociedad más libre y justa, no puedo ver una mejor forma de ser efectivos. De otra forma, la insistencia en la pureza de la propuesta te aísla de la efectividad del activismo e incluso de alcanzar, de siquiera acercarte a tus propios objetivos; y esto terminaría llevando a la clase de sectarismo, terquedad y falta de solidaridad y propósito en común que creo es lo que siempre ha sido una especie de patología en las fuerzas marginales, de la izquierda en particular. Pero es particularmente peligroso aquí. Lo que nos lleva a la siguiente pregunta, de BerserkRL.
P: Es una pregunta larga así que la resumiré: Aunque usted como anarquista está a favor de una sociedad sin estado a largo a plazo, usted ha argumentado que sería un error trabajar en función de la eliminación del estado a corto plazo, y que deberíamos tratar de fortalecer al estado en este momento, porque es necesario contrarrestar el poder de las grandes corporaciones. Aun así, la tendencia de mucha de la investigación anarquista Ð su propia investigación así lo incluye, aunque también podría mencionar en particular la de Kevin Carson -- ha sido mostrar que el poder de las grandes corporaciones deriva primordialmente de privilegios concedidos por el estado (que, junto con el hecho que los gobiernos poderosos tienden a ser capturados por interés privados concentrados, a expensas del publico disperso, pareciera implicar que el mayor beneficiario de un estado poderoso serian las mismas elites corporativas a las que nos oponemos). Si el poder corporativo, tanto deriva del estado al igual que es tan bueno capturando al estado, porque eliminar al estado no es una mejor estrategia para derrotar al poder corporativo que incrementar el poder del estado?
NC: Bueno, hay respuesta bastante simple a ello: no es una estrategia, y ya que no es una estrategia del todo, no puede haber una mejor estrategia. La estrategia de "eliminar el estado" está al mismo nivel que aquella de "tengamos paz y justicia". Como procedes a eliminar el estado? Ok, puedes pensar en alguna forma de hacerlo? Me refiero, si hubiese una manera de hacerlo en el mundo existente, todo colapsaría y seria destruido. Simplemente, no lo puedes hacer, no hay que lo reemplace. Si hubiese una rica y poderosa red the cooperativas, organizaciones de comunidades, industria controlada por el trabajador extendiéndose por todo el país, y en todo el mundo, entonces sii se podría hablar de eliminar los Estados. Pero hablar de eliminar el Estado en el mundo como existe en este momento es aislarte en algún remoto seminario academico o un pequeño grupo, diciendo, "estoy seria tan genial". No es una estrategia, por lo que no puede haber una mejor estrategia. Nos enfrentamos a realidades. Lo que se describe aquí, que es de hecho cierto (yo también he escrito bastante sobre el tema), es que tenemos un numero de sistemas de poder, fuertemente interconectados. Uno de estos es el poder de las corporaciones. Un segundo poder, fuertemente conectado a este es el poder estatal. Y el comentario es correcto (como dice la persona que pregunta, yo también he escrito bastante sobre el tema) en que el poder estatal tiende a ser fuertemente influenciado por el poder privado.
Entonces, esos son problemas reales. Ahora nos enfrentamos a estrategias. Asi que, por ejemplo, la reforma de salud, esta bien? Justo en la primera plana. Cual es la estrategia para manejar el hecho que decenas de millones de personas no pueden obtener -- que el mejor sistema de salud que pueden obtener es ser llevados a una sala de emergencia donde ya es demasiado tarde para hacer cualquier cosa? Ese es un problema real, y representa a una gran parte de la población. Un segundo problema es que un sistema de salud provado y sin regulación como el de Estados Unidos -- no debería decir ÒcomoÓ, ya que el de Estados Unidos es el único. En un sistema de salud privado y sin regulación, donde las empresas farmacéuticas son tan poderosas que al gobierno ni se le permite negociar los precios de los medicamentos, en ese tipo de sistema, primero que nada, la salud esta estrictamente racionada por la riqueza, muy estrictamente; y de segundo, esta diseñado de forma que el presupuesto federal colapse. Solo toma una mirada a las líneas de tendencia. No quedaraa nada para las escuelas, para la Seguridad Social, para la seguridad del trabajador, nada. Lo que quede será para el sistema militar, eeste es intocable, y sigue creciendo -- otro problema al que hay que prestarle atención. Obama tiene el presupuesto militar mas alto desde la 2da Guerra Mundial. Mientras eso este allí, intocable, otro elefante se encuentra en el closet, el extremamente ineficiente y no regulado sistema de salud privatizado es dañino para la gente, excepto para los ricos -- a ellos les va bien -- y también va a destruir a los demás. Entonces, ¿qué hacemos con esto? Bueno, no es una estrategia el decir "vamos a demoler el estado". Eso no hace nada al respecto, y de hecho no es mas que un regalo al poder estatal corporativo porque no estas ofreciendo nada. Una respuesta a corto plazo y es el hacer lo que la mayoría de la población ha querido por décadas, desarrollar un sensible sistema de salud como el que tiene cada uno de los otros países industrializados, una variedad o la otra. Bueno, esta es una buena parte de la opinión de la mayoría, por lo que no hay muchos muros que tumbar para organizar a las persona alrededor de esto. Esto ha sido asi por décadas. Esta mayoría esta fuertemente en contra del nexo corporación-estado, pero eso no es irrompible; victorias mas grandes hemos tenido. Podemos ir a los detalles, como que se hace con el hecho que el partido Democrata se ha vendido, por razones obvias, incluso en pequeñeces como la opción publica, y asi. Que se hace con el hecho, un hecho bien concreto -- . Acaba de haber unas elecciones en Massachusetts que sorprendieron a todos por completo -- casi completamente sin representación, pero no me concentrare en esto. Pero una de las cosas mas impresionantes es el que miembros de uniones y sindicatos, la constituencia natural de Obama, la myoria de ellos no fue a votar por la tremenda apatía en el area pobre, obrera. (La elección fue ganada por los suburbios ricos). Pero entre aquellos que votaron, la myoria votoo por Scott Brown, el Republicano, contra los democratas -- disparándose a sii mismos en el pie, incidentalmente, porque una de las primeras cosas que ocurrió es el tumbar a un posible miembro pro-sindicato de la Junta Nacional de Relacion Laboral. Pero ellos tenían razones, y las razones son bien claras -- solo es necesario leer la prensa laboral. Las razones son que Obama hizo bien explicito que estaba dispuesto a comprometerse o renunciar a cualquier cosa excepto una: poner impuestos a los miembros de sindicato por sus planes de salud. Asi que, claro, las personas están muy molestas con eso. Y porque no habrían de estarlo? No es ni una posición anarquista; es una simple, elemental posición humana. Y bueno, si estas interesado en un proyecto a largo a plazo, el disolver el poder de las corporaciones y del estado, debes estar prestando atención a eso y debes organizar a los trabajadores en torno a eso. No debes dejarle a Rush Limbaugh el organizar a las personas con reales, legitimas quejas -- ese es el camino al facismo. Deben estar alla afuera organizándose entre ustedes, en lo que les importa. Esto puede estar relacionado, y puede relacionarse fácilmente a proyectos de tipo anarquista a largo plazo, pero es en esto que los anarquistas deberían estar trabajando. Y lo mismo es cierto en todas las partes de la sociedad. Es decir, mira, algunas de las cosas que están ocurriendo están al borde de lo surreal, pero ofrece oportunidades reales para una organización anarquista. Dejame tomar otro ejemplo. La tendencia de la economía, en los últimos 30 anoss, de parte de la planeación corporación-estado -- y este tipo de cosas no ocurre a partir de la nada -- de financializar la economía. Y un corolario a esto es desbaratar la producción nacional. Los dos van juntos. Asi que, por ejemplo, el porcentaje de las instituciones financieras en el PIB, el Producto Interno Bruto, era alrededor del 3 porciento en 1970; ahora se acerca a un tercio. Y, de la misma forma, la industria manufacturera esta siendo desmantelada, lo cual esta bien para los dueños, sabes, esta bien para ellos si pueden producir en Mexico o China, pero es terrible para las comunidades y para los trabajadores. Al mismo tiempo, finalmente se esta reconociendo -- incluso por parte de las elites corporativas, quien ha estado amargamente peleando contra esto por anoos -- que hay una verdadera crisis ambiental en camino, y que van a perder lo que tienen. Por lo que quieren hacer algo al respecto. Y lo que ahora están como tímidamente diciendo, bueno, no deberíamos -- no ser el único país en el mundo industrializado sin un tren de alta velocidad; deberíamos tener trenes de alta velocidad -- un movimiento minimo, pero significativo, para tratar una potencial crisis. Bueno, justo en este momento el gobierno y las corporaciones están desmantelando la industria manufacturera, como en Michigan e Indiana, cerrando las plantas de GM y asi enviando la producción a otros países, o -- tu sabes, están haciendo eso; esa es una de las cosas que están haciendo. Otra cosa que esta pasando es que el Secretario de Transporte esta en Europa, en Espana, usando dinero del estimulo federal, dinero de los contribuyentes, tratando de conseguir contratos para que firmas españolas proveen a Estados Unidos el sistema ferroviario de alta velocidad que necesita. A caso puedes pensar en una mejor -- me refiero, es dificl pensar en una critica mas dramática al sistema socioeconómico estado-corporacion. . Aquí hay comunidades y fuerzas de trabajo siendo destruidas, mientras que el dinero de los contribuyentes se va es a Espana, comprando lo podrías producir nosotros mismos. Ahora, si no te puedes organizar alrededor de eso, estas en verdaderos problemas: no eres un movimiento, para nada. Por supuesto, deberían -- toma, digamos, los trabajadores en Gary, Indiana o de Flint, Michigan, y asi. Tienen ellos que sentarse y ver como esto ocurre? No. Ellos pueden tomar los puestos de trabajo, las fabricas. Las pueden hacer funcionar ellos mismos. Las pueden convertir. Se ha hecho antes, con mucha mayor conversión, durante la 2da Guerra Mundia, para la producción en tiempos de guerra. Ellos no necesitan apoyo del gobierno para hacer eso, porque esa es la única institución que existe y la única que las personas pueden influenciar. No puedes influenciar una tirania privada. Puedes influenciar a un gobierno. Se ha hecho muy de vez en cuando. Va a necesitar algo de apoyo, pero de ninguna forma tanto como el rescate a Goldman Sachs. Va a tomar algo, va a tomar bastante ayuda popular, pero se puede hacer. Me refiero, se puede hacer en el marco de una teoría económica conservacionista, la cual es bastante clara con esto. Tu lees libros sobre corporaciones y dices, bueno, no esta tallado en piedra que éstas corporaciones deben trabajar solamente en pro de los interesed de los shareholders (accionistas), lo que significa un pequeño porcentaje de accionistas millonarios; ellas pueden trabajar por los intereses de los stakeholders (aquellos afectados por las operaciones de la empresa), que significa la comunidad y la fuerza de trabajo. Y ellos no van a decidir hacer eso, sino que la fuerza de trabajo y la comunidad tiene que decidir por ellos. Estos son esfuerzos perfectamente posibles. De hecho, se ha conseguido, hay casos en los que se ha hecho. Hay casos en los que se ha tratado incluso a larga escala. U.S Steel estuvo muy cerca de conseguirlo, y podría con un poco mas de apoyo corporativo. Y bueno, estas son -- podria continuar, pero estas son verdaderas estrategias de organización que combinan esfuerzos a corto plazo, que confrontan problemas reales por los que pasan las personas en sus dia a dia, con objetivos a largo plazo como crear parte de la base para una sociedad basada en la asociación libre y solidaridad y control popular y asi, y esta sentada allí en frente de nuestros ojos. Estas, a mi parecer, son las cosas que deberían observar, no preguntas abstractas sobre si deberíamos destruir al estado, para lo que no tenemos estrategia alguna. Siento que esa es la dirección en la que el pensamiento debe moverse. Eso no significa rendirse en las metas a largo plazo. De hecho, es la única forma de alcanzarlas. Y si hay otra manera de alcanzarlas, no la he escuchado.
Supongo que la pregunta que me viene a la cabeza viene a partir de sus preguntas, es que hay un numero grande de personas que están sinceramente comprometidas -- y correctamente -- al tipo de objetivos a largo plazo que los anarquistas han siempre tratado de alcanzar. Y la pregunta es: ¿por que no podemos unirnos y decidir en -- en vez de condenarnos unos a los otros por no hacer las cosas de la exacta manera que las hacemos, por qué no podemos formular propuestas concretas que combinen estas dos propiedades? Una, manejándose a partir de los problemas reales que las personas tienen en un sus vida inmediata, de dia a dia -- si quieres llegar a alguna parte, hay que tratar con estos problemas, y no sólo por razones tácticas, es a partir de simple humanidad. Entonces, por un lado eso, mientras manteniendo como pautas la concepción del tipo de sociedad libre y justa que quieres obtener por esos pasos. Y de vez en cuando las dos se juntas entre si, como en el caso que mencione, como la toma de una empresa productora por parte de los trabajadores y las comunidades, lo cual -- si es un objetivo alcanzable, y uno que tiene un gran potencial, o lo tendría si se lo apoyase, como hacen otros, y que combine tanto visión a largo plazo, como el tratamiento de reales y existentes quejas a corto plazo. Y hay muchas cosas como esa. Asi que la pregunta es: por que no concentrarse en eso, en vez de en preguntas abstractas, como sobre cual es la mejor estrategia para destruir al estado? Respuesta: no hay mejor estrategia, porque nadie a propuesto alguna.

Ciencia, filosofía de la ciencia y anarquismo. Otoño Libertario CNT de Madrid.
El lugar del anarquismo en la Ciencia moderna
El lugar del anarquismo en la Ciencia moderna
Kropotkin reviso en 1913 el texto original de Ciencia moderna y anarquismo publicado inicialmente por el año 1901 en francés y en inglés, casi a la vez. En este libro el teórico anarquista, y también científico, defiende el método científico como parte de la teoría y la práctica dentro del Movimiento Libertario. La Ciencia en sí forma parte del anarquismo, y no es su enemiga, como ahora quieren darnos a entender algunos ignorantes. Aquí os pongo una pequeña parte.
El anarquismo es una concepción global basada en una explicación mecánica de todos los fenómenos, que abarca todo el conjunto de la naturaleza; es decir que incluye la vida de las sociedades humanas y sus problemas económicos, políticos y morales. Su método de investigación es el de las ciencias exactas de la naturaleza, y, si pretende ser científico, toda conclusión a la que llegue ha de verificarse por el método con que deben verificarse todas las conclusiones científicas. Su propósito es elaborar una filosofía sintética que abarque en una generalización todos los fenómenos de la naturaleza, y, en consecuencia, también la vida de las sociedades.
Por consiguiente, es natural que el anarquismo dé nuevas respuestas a la mayoría de las cuestiones de la vida moderna, y adopte con ellas posición distinta a la de todos los partidos políticos, y en cierta medida todos los partidos socialistas, que aún no se han liberado de las historias metafísicas de la antigüedad.
Por supuesto, la elaboración de una concepción del mundo mecánica y completa no ha hecho más que empezar en el campo sociológico; es decir, en la parte que trata de la vida y la evolución de la sociedad. Pero lo poco que se ha hecho posee sin duda un carácter marcado, aunque a menudo no del todo consciente. En el campo de la filosofía del Derecho, en el de la teoría de la moral, en la economía política, en la historia, tanto de las naciones como de las instituciones, el anarquismo ha mostrado ya que no se contentará con conclusiones metafísicas sino que buscará constantemente una base en el reino de las ciencias de la naturaleza.
Lo mismo que las concepciones metafísicas del Espíritu Universal, o de la Fuerza Creadora de la Naturaleza, la Encarnación de la Idea, el Objetivo de la Naturaleza, la Humanidad (concebida con una existencia espiritualizada independiente), etcétera, lo mismo que barrió todo esto la filosofía materialista de hoy, y los embriones de las generalizaciones que se ocultan bajo estos términos nebulosos se están traduciendo al lenguaje concreto de las ciencias naturales, así procedemos nosotros al abordar los hechos de la vida social, también aquí intentamos barrer las telarañas metafísicas, y determinar qué generalizaciones en embrión pueden estar ocultas, si las tras tantas palabras confusas.
Cuando los metafísicos intentan convencer al naturalista de que la vida mental y moral del hombre se desarrolla de acuerdo con ciertas «Leyes Innatas del Espíritu», este último se encoge de hombros y continúa su estudio fisiológico de los fenómenos de la vida, la inteligencia, las emociones y las pasiones, con el propósito de mostrar que todos pueden reducirse a fenómenos químicos y físicos. Él busca descubrir las leyes naturales en que se basan. Así mismo, cuando a los anarquistas les dicen, por ejemplo, que todo proceso se compone de tesis, antítesis y síntesis; o que «el objeto de la ley es imponer justicia, que es realización de la idea suma»; o, también, cuando les preguntan cuál es, en su opinión, «el fin de la vida», también se limitan a encogerse de hombros y a preguntarse cómo es posible que en el estado actual de desarrollo de las ciencias naturales puede haber aún individuos anticuados que sigan creyendo en «palabras» como ésas y aún se expresen en el lenguaje del antropomorfismo primitivo (la concepción de la naturaleza como algo regido por un ser dotado de atributos humanos). Los anarquistas no pueden dejarse engañar por frases sonoras, porque saben que tales palabras sólo ocultan o ignorancia (es decir, investigación incompleta) o, mucho peor aún, simple superstición. En consecuencia, siguen su estudio de las ideas sociales y de las instituciones presentes y pasadas según el método científico de inducción. Y al hacerlo descubren, por supuesto, que el desarrollo de la vida social es incomparablemente más complicado e interesante, a efectos prácticos, de lo que nos veríamos forzados a creer de juzgarlo con fórmulas metafísicas.
Hemos oído hablar mucho últimamente del «método dialéctico», que se recomienda para formular el ideal socialista. No reconocemos tal método, con el que nada tiene que ver las ciencias naturales modernas. «El método dialéctico» recuerda al naturalista moderno algo superado hace mucho, algo desechado y felizmente olvidado ya por la Ciencia. Los descubrimientos del siglo XIX en los campos de la mecánica, la física, la química, la biología, la psicología física, la antropología, la psicología de las naciones, etcétera, no se hicieron mediante el método dialéctico sino mediante el método científico-natural, el método de la inducción y la deducción. Y puesto que el hombre es parte de la naturaleza, y puesto que la vida de su «espíritu», tanto personal como social, no es más que un fenómeno de la naturaleza, como lo es el crecimiento de una flor o la evolución de la vida social entre hormigas y abejas, no hay motivo alguno para que cambiemos bruscamente nuestro método de investigación por pasar de la flor al hombre, o de la colonia de castores a una población humana.
El método inductivo ha probado además sus méritos hasta el punto de que el siglo XIX, que lo ha aplicado, ha hecho avanzar la Ciencia más en cien años de lo que avanzó en los dos mil años anteriores. Y cuando en la segunda mitad del siglo empezó a aplicarse este método a la investigación de las sociedades humanas, no se llegó a ningún punto en que se juzgase necesario abandonarlo y adoptar de nuevo la escolástica medieval. Además, cuando los naturalistas filisteos, basando aparentemente sus argumentaciones en el «darwinismo social», empezaron a enseñar: «Aplasta a quien sea más débil que tú, ésa es la ley de la naturaleza», nos fue fácil demostrar primero que ésa no era la conclusión de Darwin, y mostrar por el mismo método científico que tales científicos habían emprendido un camino errado; que no existe tal ley: que la vida de los animales nos enseña algo por completo distinto, y que esas conclusiones eran absolutamente anticientíficas. Tan anticientíficas como, por ejemplo, la afirmación de que la desigualdad de riqueza es ley natural, o que el capitalismo es la forma de vida social más ventajosa que pueda concebirse para el progreso de la especie. Precisamente este método científico-natural aplicado a los hechos económicos nos permite demostrar que las supuestas «leyes» de la sociología burguesa, incluida su economía política, no son en absoluto leyes, sino simples hipótesis, o meras afirmaciones que no han sido jamás verificadas.
Además, una investigación sólo rinde frutos cuando tiene un objetivo definido; cuando se emprende con propósito de dar respuesta a una cuestión concreta y claramente formulada. Y que es más fructífera cuanto más clara vea el investigador la relación que existe entre su problema y su concepción general del universo. Cuanto mejor entienda la importancia del problema en términos generales, más fácil le será dar con la respuesta. Por tanto, la cuestión que el anarquismo se plantea puede formularse así: «¿Qué formas de vida social aseguran a una sociedad determinada, y luego a la especie humana en general, la mayor cuantía de felicidad, y, en consecuencia, también la mayor cuantía de vitalidad?». «¿Qué formas de vida social permitirán mejor que esta cuantía de felicidad crezca y se desarrolle no sólo cuantitativa sino también cualitativamente, es decir, se haga más completa y más variada?» (De lo cual, digamos de pasada, se deriva una definición de progreso.) El deseo de impulsar la evolución por esta vía determina la actividad no sólo científica sino también social y artística del anarquismo. Y esta actividad, a su vez, precisamente en la medida en que coincida con el desarrollo de la sociedad en esta dirección, se transforma en una fuente de creciente vitalidad, de vigor y de sentido de identidad con la especie humana y sus mejores fuerzas vitales en desarrollo.
Se convierte, en consecuencia, en fuente de creciente vitalidad y creciente felicidad para el individuo.
Por consiguiente, es natural que el anarquismo dé nuevas respuestas a la mayoría de las cuestiones de la vida moderna, y adopte con ellas posición distinta a la de todos los partidos políticos, y en cierta medida todos los partidos socialistas, que aún no se han liberado de las historias metafísicas de la antigüedad.
Por supuesto, la elaboración de una concepción del mundo mecánica y completa no ha hecho más que empezar en el campo sociológico; es decir, en la parte que trata de la vida y la evolución de la sociedad. Pero lo poco que se ha hecho posee sin duda un carácter marcado, aunque a menudo no del todo consciente. En el campo de la filosofía del Derecho, en el de la teoría de la moral, en la economía política, en la historia, tanto de las naciones como de las instituciones, el anarquismo ha mostrado ya que no se contentará con conclusiones metafísicas sino que buscará constantemente una base en el reino de las ciencias de la naturaleza.
Lo mismo que las concepciones metafísicas del Espíritu Universal, o de la Fuerza Creadora de la Naturaleza, la Encarnación de la Idea, el Objetivo de la Naturaleza, la Humanidad (concebida con una existencia espiritualizada independiente), etcétera, lo mismo que barrió todo esto la filosofía materialista de hoy, y los embriones de las generalizaciones que se ocultan bajo estos términos nebulosos se están traduciendo al lenguaje concreto de las ciencias naturales, así procedemos nosotros al abordar los hechos de la vida social, también aquí intentamos barrer las telarañas metafísicas, y determinar qué generalizaciones en embrión pueden estar ocultas, si las tras tantas palabras confusas.
Cuando los metafísicos intentan convencer al naturalista de que la vida mental y moral del hombre se desarrolla de acuerdo con ciertas «Leyes Innatas del Espíritu», este último se encoge de hombros y continúa su estudio fisiológico de los fenómenos de la vida, la inteligencia, las emociones y las pasiones, con el propósito de mostrar que todos pueden reducirse a fenómenos químicos y físicos. Él busca descubrir las leyes naturales en que se basan. Así mismo, cuando a los anarquistas les dicen, por ejemplo, que todo proceso se compone de tesis, antítesis y síntesis; o que «el objeto de la ley es imponer justicia, que es realización de la idea suma»; o, también, cuando les preguntan cuál es, en su opinión, «el fin de la vida», también se limitan a encogerse de hombros y a preguntarse cómo es posible que en el estado actual de desarrollo de las ciencias naturales puede haber aún individuos anticuados que sigan creyendo en «palabras» como ésas y aún se expresen en el lenguaje del antropomorfismo primitivo (la concepción de la naturaleza como algo regido por un ser dotado de atributos humanos). Los anarquistas no pueden dejarse engañar por frases sonoras, porque saben que tales palabras sólo ocultan o ignorancia (es decir, investigación incompleta) o, mucho peor aún, simple superstición. En consecuencia, siguen su estudio de las ideas sociales y de las instituciones presentes y pasadas según el método científico de inducción. Y al hacerlo descubren, por supuesto, que el desarrollo de la vida social es incomparablemente más complicado e interesante, a efectos prácticos, de lo que nos veríamos forzados a creer de juzgarlo con fórmulas metafísicas.
Hemos oído hablar mucho últimamente del «método dialéctico», que se recomienda para formular el ideal socialista. No reconocemos tal método, con el que nada tiene que ver las ciencias naturales modernas. «El método dialéctico» recuerda al naturalista moderno algo superado hace mucho, algo desechado y felizmente olvidado ya por la Ciencia. Los descubrimientos del siglo XIX en los campos de la mecánica, la física, la química, la biología, la psicología física, la antropología, la psicología de las naciones, etcétera, no se hicieron mediante el método dialéctico sino mediante el método científico-natural, el método de la inducción y la deducción. Y puesto que el hombre es parte de la naturaleza, y puesto que la vida de su «espíritu», tanto personal como social, no es más que un fenómeno de la naturaleza, como lo es el crecimiento de una flor o la evolución de la vida social entre hormigas y abejas, no hay motivo alguno para que cambiemos bruscamente nuestro método de investigación por pasar de la flor al hombre, o de la colonia de castores a una población humana.
El método inductivo ha probado además sus méritos hasta el punto de que el siglo XIX, que lo ha aplicado, ha hecho avanzar la Ciencia más en cien años de lo que avanzó en los dos mil años anteriores. Y cuando en la segunda mitad del siglo empezó a aplicarse este método a la investigación de las sociedades humanas, no se llegó a ningún punto en que se juzgase necesario abandonarlo y adoptar de nuevo la escolástica medieval. Además, cuando los naturalistas filisteos, basando aparentemente sus argumentaciones en el «darwinismo social», empezaron a enseñar: «Aplasta a quien sea más débil que tú, ésa es la ley de la naturaleza», nos fue fácil demostrar primero que ésa no era la conclusión de Darwin, y mostrar por el mismo método científico que tales científicos habían emprendido un camino errado; que no existe tal ley: que la vida de los animales nos enseña algo por completo distinto, y que esas conclusiones eran absolutamente anticientíficas. Tan anticientíficas como, por ejemplo, la afirmación de que la desigualdad de riqueza es ley natural, o que el capitalismo es la forma de vida social más ventajosa que pueda concebirse para el progreso de la especie. Precisamente este método científico-natural aplicado a los hechos económicos nos permite demostrar que las supuestas «leyes» de la sociología burguesa, incluida su economía política, no son en absoluto leyes, sino simples hipótesis, o meras afirmaciones que no han sido jamás verificadas.
Además, una investigación sólo rinde frutos cuando tiene un objetivo definido; cuando se emprende con propósito de dar respuesta a una cuestión concreta y claramente formulada. Y que es más fructífera cuanto más clara vea el investigador la relación que existe entre su problema y su concepción general del universo. Cuanto mejor entienda la importancia del problema en términos generales, más fácil le será dar con la respuesta. Por tanto, la cuestión que el anarquismo se plantea puede formularse así: «¿Qué formas de vida social aseguran a una sociedad determinada, y luego a la especie humana en general, la mayor cuantía de felicidad, y, en consecuencia, también la mayor cuantía de vitalidad?». «¿Qué formas de vida social permitirán mejor que esta cuantía de felicidad crezca y se desarrolle no sólo cuantitativa sino también cualitativamente, es decir, se haga más completa y más variada?» (De lo cual, digamos de pasada, se deriva una definición de progreso.) El deseo de impulsar la evolución por esta vía determina la actividad no sólo científica sino también social y artística del anarquismo. Y esta actividad, a su vez, precisamente en la medida en que coincida con el desarrollo de la sociedad en esta dirección, se transforma en una fuente de creciente vitalidad, de vigor y de sentido de identidad con la especie humana y sus mejores fuerzas vitales en desarrollo.
Se convierte, en consecuencia, en fuente de creciente vitalidad y creciente felicidad para el individuo.

La obra “Ensayo sobre el principio de población” de Thomas R. Malthus, publicada por primera vez en 1798, se ha convertido en una obra clásica de la literatura económica y sociológica de todos los tiempos. En su momento, la obra de Malthus fue un revulsivo contra los primeros pensadores del pensamiento socialista y libertario, como Godwin. Intentaremosmostrar brevemente los principales rasgos de esta discusión.
El legado intelectual de Malthus sobrepasó hace ya mucho tiempo el contenido concreto de sus propuestas y ha pasado a formar parte del vago imaginario colectivo de la modernidad, igual que el darwinismo o el marxismo. Se entiende que Malthus fue el primero en señalar, de manera sistemática, el peligro creciente de un desequilibrio entre población y recursos en la evolución de las sociedades. Para Malthusel crecimiento tiende, de forma natural, a sobrepasar constantemente la capacidad productiva de la sociedad. Por tanto, el principal obstáculo al crecimiento de la poblaciónes la cantidad limitada de recursos. Ahora bien, la población se mantiene a duras penas dentro de los límites de los recursos en virtud de los malos hábitos sexuales que reinan en la sociedad –el libertinaje- y de la miseria presente entre las clases trabajadores. Estos frenos destructivos aumentan la mortalidad y constituyenun obstáculo al crecimiento de la población. Malthus contemplaba estos obstáculos como factores “naturales”. Después, de mala gana, aceptaría también el freno moral –la abstinencia, el autocontrol- comoposible obstáculo al crecimiento.
La obra de Malthus estaba dirigida, en un principio, contra los reformistas y utopistas como William Godwin, que proyectaban una sociedad como sistema de igualdad y que creían en la posibilidad de abolición de la miseria social. Malthus creía que la miseria era un hecho connatural a la evolución social y que tratar de mejorar la suerte de los pobres mediante sistemas más igualitarios podía suponer un aumento desproporcionado de la natalidad y, como consecuencia, un aumento de la miseria. En Malthus la desigualdad es, a la vez, una de las condiciones naturales para regular la población y un estímulo para el progreso, sin el cual secrearía una nación de parásitos. Se ha criticado en Malthus su excesiva “naturalización”de la fecundidad humana, su empirismo rudimentario a la hora de analizar el crecimiento de la población, asícomo su indiferencia ante la posibilidad del crecimiento en la producción de recursos. En cualquier caso, después de siglos de controversias, Malthus ha pasado a ser el primer profeta reconocible de la “era de la escasez”, incluso si su profecía podía tomarla forma de una defensa cínica de la clase dominante de su época. De hecho, no resulta casual que el libro deMalthus estuviera dirigido en gran parte contra la obra de William Godwin, Investigación acerca de la justicia política, la obra considerada como precursora del socialismo libertario. Como se sabe, Godwin predicó un sistema social con el máximo de libertades, el mínimo de aparato gubernamental y un régimen equitativo de la propiedad. Ahora bien, si Godwin tenía razón cuando buscaba la causa del mal social en la naturaleza de la instituciones políticas, ¿qué podía responder ante la cuestión de la tensión existente entre población y medios de subsistencia que la obra de Malthus dejaba aparecer? En 1820, Godwin publicó su respuesta a Malthus, el libro Of population. Tal vez podamos considerar esta extensa obra como el primer intento de diálogo entre una utopía social y sus posibilidades de realización dados ciertos factores que hoy llamaríamos “ecológicos”. Un diálogo parcial, sin duda, ya que las objeciones malthusianas mostraban más un prejuicio político que una verdadera inquietud ecológica, y siendo ante todo la respuesta de Godwin un desmontaje de este odioso prejuicio. Dicho esto, hay que reconocer que la contestación de Godwin no llega a superar el marco abstracto de una sociedad política ideal, una sociedad que podría habitar en un mundo cultivado en su totalidad “como un jardín” y donde los límites de los recursos quedarían en un horizonte muy lejano.
Si bien la doctrina malthusiana fue dejada de lado por la ciencia económica más representativa, el impulso optimista de Godwin sirvió de base al pensamiento socialista y libertario del siglo XIX. La población global aumentó considerablemente durante ese siglo, pero Malthus no había tenido encuenta la evolución que podía sufrir el sistema de producción de bienes y alimentos con el industrialismo y el comercio planetario. Aumentó el nivel económico de las clases trabajadoras y el sueño del Progreso, presente en las ideas de Godwin, se apoderó del pensamiento revolucionario durante décadas.
Al principio de su obra contra Malthus, Of population, Godwin había escrito: “Si yo anunciara que la tierra puede alimentar a una población veinte veces mayor de la hoy existente (…) no habría nadie tan incrédulo y de un humor lo bastante sombrío como para contradecirme. En efecto, habría que ser muy cerrado y tener la mente muy estrecha, para soñar con poner límites a las capacidades físicas que tiene la tierra para proporcionar a los hombres sus medios de subsistencia”. Godwin no podría haber escrito afirmación más desafortunada. Pero lo importante no es tratar de demostrar la falta de previsión de Godwin en su época, sino de ver como esta imprevisión alcanza hoy todavía a las corrientes partidarias de una transformaciónsocial radical. Godwin desmontó eficazmentela doctrina malthusiana sobre elcrecimiento de la población tal y como éstela mostraba en su obra. Como se sabe, Malthus había tomado a la joven Norteamérica como modelo de un crecimiento exponencial de la población en ausencia de límites naturales, o de lo que Malthus, como ya hemos visto, consideraba límites naturales. Había intentado extender este modelo a otras partes del planeta y había negado la importancia al papel desempeñadopor los gobiernos y las instituciones en la evolución social. Había rechazado, al menos en un primer momento, la posibilidad de una sexualidad controlada voluntariamente.
Godwin, a lo largo de todo su libro, rechaza el reduccionismo de la visión de Malthus de un crecimiento poblacional que se da naturalmente sin tener más frenos que la fatalidad de una sexualidad tortuosa y una miseria social fruto de una necesidad implacable. Le repugna el lenguaje malthusiano que justifica la pobreza y niega al desheredado su “cubierto en el banquete de la vida”. Por lo demás, Godwin rechazó el concepto de crecimiento geométrico malthusiano por carecer de base empírica, demostró que las causas que se oponen al crecimiento no son ni constantes ni regulares, sino que dependen de muchos factores heterogéneos, y negó que los medios de subsistencia–lo que hoy llamaríamos “recursos”- tuvieran un límite preciso. En efecto, si Godwin gastó mucha tinta para desmontar el aparato empírico del principio del crecimiento de población malthusiano, sus análisis sobre la producción de “subsistencias” serán más concisos. Godwin albergaba una gran confianza en la capacidad productiva humana. Imaginabala tierra entera cultivada como un jardín yla sociedad humana, en gran número, extendida a todos los rincones del planeta. Su idea recurrente es que un individuo está siempre en disposición de producir más de lo que necesita. Godwin creía que las reservas del globo terráqueo sólo estaban explotadas en una parte mínima y que, por tanto, el momento de su agotamiento quedaba muy lejos. Estimaba que con una forma de gobierno justa la población se podría multiplicar por treinta, ampliándose los límites de una sociedad próspera y dichosa. El agotamiento de los suelos de cultivo no implica ningún misterio del destino, es sobre todo el efecto del despotismo y el malgobierno, nos dice Godwin. ¿Por qué los vastos imperios de Persia y Egipto aparecen hoy como paisajes desolados? “La causa tiene que ver con la naturaleza del gobierno y de la administración política de los países en cuestión”. Godwin confiaba en la capacidad de los recursos de la tierra para permitir el aumento de la población inglesa: “En una palabra, es universalmente reconocido que el suelo de nuestra isla es capaz de alimentar una población diez veces mayor que la actual”.
El optimismo de Godwin invadía su obra: “Resulta imposible señalar límites al perfeccionamiento del hombre, y sobre todo a las mejoras que puede introducir en las artes, y en la aplicación de la industria humana”. A continuación Godwin anunciaba la posibilidad del advenimiento de un futuro, donde las máquinas substituirían lo esencial del trabajo manual. Incluso llega a concebir la idea de que los alimentos podrían ser producidos merced a recombinaciones químicas. En el libro de Godwin el desdén malthusiano hacia las posibilidades técnicas de un aumento de la capacidad productiva encuentra su contrapunto en el entusiasmo productivista –y poblacionista- de Godwin. Hay que decir que Godwin no se equivocó al rechazar indignado el naturalismo malthusiano en cuanto a las causas de la miseria social; no obstante, no pudo evitar sentirse atraído por la visión de una sociedad capaz de crecer casi indefinidamente en medio de una prosperidad material jamás vista. Este sueño de abundancia se trasladó a la mayor parte del pensamiento revolucionario posterior, desde los tiempos de Marx y Proudhon. Precisamente, una buena parte del famoso libro de Proudhon, Filosofía de la miseria, está dedicada a refutar la doctrina malthusiana. Proudhon, de forma similar a Godwin, insiste en la capacidad productiva que una sociedad mejor organizada podrá desarrollar. En otras obras clásicas del anarquismo como Evolución y revolución de Reclus o La conquista del pan de Kropotkin vuelve a aparecer el rechazo tajante al legado de Malthus. En el pensamiento socialista Malthus aparece un poco como el príncipe de las tinieblas cuyo nombre es ritualmente condenado como sinónimo del mal o del error científico.
La discusión sobre el legado de Malthus hace resaltar pues dos cuestiones evidentemente ligadas. La primera es que no se puede negar el hecho de que la obra de Malthus fuera una burda justificación de la miseria social y, por tanto, no sólo careciera de una verdadera base empírica, lo que tal vez es irrelevante, sino que era un mero instrumento ideológico de la clase dominante. La segunda cuestión, sin embargo, señala una paradoja desconcertante: de manera involuntaria Malthus puso sobre la mesa la inquietud sobre los límites físicos de la tierra. Sin quererlo, su obra se convirtió en una advertencia sombría que ni socialistas ni liberales podían aceptar fácilmente.
Desde nuestra perspectiva actual tendríamos que analizar que consecuencias ha tenido en una buena parte del pensamiento libertario el rechazo de los límites físicos en el diseño de una utopía social. La discusión entre Malthus y Godwin es el primer peldaño de una escalera que nos conduce al momento actual.
Las teorías de Malthus experimentaron una especie de renacimiento en los pensadores anarquistas de finales del siglo XIX y principios del XX. En manos de estos pensadores, la obra malthusiana tomó una forma que el mismo Malthus habría repudiado. De alguna manera, los anarquistas volvieron el legado de Malthus contra su propio autor y lo que en este era justificación para la continuación de un estado de cosas miserable, en los anarquistas se reveló como piedra de toque para combatir la opresión de clase: se trataba de hacer del factor reproductivo un factor consciente y responsable en manos de las clases trabajadoras, y apartir de ahí desafiar un sistema basado en la ideología de la clase dominante, para la cual las clases humildes eran solo reservas de mano de obra y efectivos en sus aventuras bélicas. La idea rechazada por Malthus (que la población trabajadora pudiera controlar su crecimiento por medios conscientes) se convierte con los anarquistas neomalthusianos en una estrategia de resistencia ante el poder de la sociedad capitalista. Como vimos, hasta este momento el malthusianismo había sido visto por los pensadores sociales como una ideología abominable que se presentaba como ciencia y que no era sino la máscara de los intereses de la clase dominante. En un libro antimalthusiano por excelencia, El banquete de la vida (1905), Anselmo Lorenzo escribía: “Contrariando la terrible y falsa fórmula malthusiana, especie de evangelio de los privilegiados, que negaba a los desheredados el derecho al banquete de la vida, es lo cierto que si existe una ley económica bien establecida y evidentemente demostrada, es esta: El hombre produce más de lo que consume ”Lo que nos interesa del neomalthusianismo de corte anarquista, más que su énfasis en la necesidad de una procreación consciente, es su derivación hacia un reconocimiento de los límites ecológicos a la expansión humana. Lo que supone una necesaria objeción al libro de Lorenzo. El historiador Eduard Masjuán ha trazado la influencia que el anarquismo neomalthusiano pudo tener en España en su obra La ecología humana en el anarquismo ibérico (2000).
Ya acomienzos del siglo XX, las ideas neomalthusianas comienzan a tomar fuerza entre los medios libertarios ibéricos. Muchos anarquistas bien conocidos como Luis Bulffi , Mateo Morral, Ferrer i Guardia o incluso Anselmo Lorenzo, se convertirán en portavoces de dichas ideas. Según Masjuán, sería el anarquista francés Sebastián Faure quien proporcionaríala base ideológica para el neomaltusianismo en España. Faure distinguía ya entre neomaltusianismo burgués y neomaltusianismo anarquista. Para Faure, el neomaltusianismo burguéses clasista e hipócrita, conduce a la clase trabajadora a una situación desesperada en la que o bien renuncia a reproducirse, o bien se condena a la muerte por inanición. Faure es además importante porque señala por vez primera una inquietud por la escasez de los recursos, reconociendo además que, si bien los medios tecnológicos pueden incrementar la capacidad productiva, el crecimiento económico tiene que encontrar forzosamente su límite. Por otro lado, no deja de señalar la necesidad que tiene el sistema capitalista de aumentar su mano de obra no sólo para alimentar las fábricas sino también los cuerpos represivos, las guerras coloniales y el mantenimiento de un mercado de trabajo donde los proletarios se ven obligados a concurrir en la búsqueda de empleo. Como relata Masjuán, el neomalthusianismo pronto alcanzará una gran difusión en los medios libertarios ibéricos a través de la publicación, dirigida por Luis Bulffi , Salud y Fuerza, que en realidad era el órgano de la Liga Española para la Regeneración. Se crearán secciones por todo el país, las publicaciones neomalthusianas aumentarán de tirada y las conferencias se multiplicarán poco a poco hasta 1904, cuando la propaganda neomalthusiana recibirá su primer golpe de la represión. La publicación Salud y Fuerza fue suspendida por que “se consideró que ofendía a la moral pública, y la propaganda de la restricción de la natalidad se consideraba pornográfica. ”A pesar de los obstáculos políticos y jurídicos, la propaganda neomalthusiana siguió ganando fuerza, y aumentando la difusión de prácticas contraceptivas y de la información sobre la sexualidad. Pronto, los neomalthusianos tuvieron que enfrentarse a las estrategias poblacionistas de la burguesía. En efecto, los representantes de la clase dirigente se alarmaron ante la amplitud que las ideas neomalthusiana se iniciaron campañas para estimular la natalidad, por supuesto, entre las clases trabajadoras. Una de las revistas libertarias que continuarían en los años treinta con la senda del neomalthusianismo, la educación sexual, etc. sería la levantina Estudios, que era continuadora de Generación Consciente. En Estudios colaboraron anarquistas insignes como los doctores Isaac Puente y Félix Marti Ibáñez. Desde la revista Estudios algunas figuras militantes como Máximo Llorca o José Antich volverán a situar la cuestión social al lado de la perspectiva poblacional. En su libro dedicado a la historia de la revista Estudios, El paraíso de la razón (1997), el investigador Javier Navarro señala: “Los colaboradores de Estudios recuperaron las hipótesis de Malthus e ilustraron en muchos artículos lo limitado de los recursos del planeta y la imposibilidad de un crecimiento ilimitado.” Este tipo de inquietudes proliferarán hasta los años 1936-1937. La guerra y la larga dictadura interrumpirán brutalmente la senda de reflexión de los neomalthusianos. La segunda guerra mundial y el período de industrialización desenfrenada que se produjo después, con el llamado “éxodo rural”, la destrucción continuada de zonas naturales, el desbaratamiento de la agricultura local, etc. dejarán más aún al descubierto el desequilibrio entre población y medios de subsistencia.
Citaremos aquí un texto de Rudolf Rocker y titulado El problema de todos los problemas, escrito en1951, donde se manifiesta la inquietud por el crecimiento de la población frente al decrecimiento de la productividad agrícola. Rocker se hacía eco del libro clásico de William Vogt, Road to Survival (1948), donde el fantasma de Malthus volvía a hacer aparición, con sus predicciones sombrías. Rocker señala que en el pasado se había creído que la capacidad de la tierra para producir era inagotable. Denuncia que la situación de empobrecimiento proviene de una relación falsa y desequilibrada entre industria y agricultura, y que la tierra ha sido esquilmada por una explotación abusiva. La disyuntiva es clara: o reorientamos nuestra técnica hacia una relación más armónica con el suelo, o vamos hacia el desastre. Si bien, con la perspectiva de Rocker, seguimos dentro de un ideario anarquista, estamos lejos del optimismo de Godwin. Tal vez la respuesta más conocida desde el medio libertario a los debates sobre el malthusianismo en los últimos años proviene de Murray Bookchin. En su artículo “The Population myth”, escrito en los años ochenta, este autor hacía balance de lo que había sido el neomalthusianismo desde los años de la Guerra Fría. Bookchin criticaba duramente las corrientes ecologistas y sociológicas que hacían del poblacionismo un problema central. Para Bookchin, esta preocupación derivaría forzosamente hacia una forma de anti-humanismo y ecofascismo. Su polémica con los neomalthusianos de aquella época reproduce la vieja polémica entre Malthus y Godwin. Bookchin insiste con razónen las “raíces sociales del hambre”, acusando a los sociólogos neomalthusianos de servir almantenimiento del statu quo, mientras indirectamente se responsabiliza a los pobres, y a su “natalidad incontrolada”, de los males que padecen. Para Bookchin el malthusianismo es simplemente una ideología cínica y aberrante que enmascara los intereses de la clase dominante. En un momento dado, Bookchin se mofa de las previsiones de escasez de los malthusianos. Nos habla de los bajos índices de natalidad en los países avanzados y nos remite a la vieja fórmula sociológica que liga la estabilización de la población al incremento del bienestar. Por lo demás, se congratula de los incrementos en la producción alimentaria en muchos países considerados pobres: “La producción de cereal aumentó un 12% desde 1975. Incluso India, tomado siempre como el “peor caso”, triplicó su producción de cereal entre 1950 y1984.”Pero a Bookchin se le podrían reprochar al menos dos cosas. La primera es su ignorancia de la existencia de un neomaltusianismo libertario que no negaba la existencia de las causas sociales y políticas de la miseria, pero que, justamente, comenzaba a intuir el peligro que el exceso de población podía suponer parael proyecto de emancipación.
Es significativo que en su libro Los anarquistas españoles(1977) omita la contribución del neomalthusianismo anarquista. Y en segundo lugar, y por lo que respecta al problema de la producción, cualquier persona un poco familiarizada con la historia contemporánea sabe que, en términos globales, ningún aumento en la producción alimentaria se ha producido, sino más bien todo lo contrario: cada mínimo aumento en el rendimiento de las cosechas se hace acosta de enormes fugas de energía, agua y suelo fértil. Y esto por hablar sólo de factor es puramente materiales. ¿Puede un teórico de la ecología social como Bookchin pretender ignorar lo que ha significado la agricultura productivista –ergo, la “Revolución Verde”- en muchos países del hemisferio sur “entre 1950y 1984”?
El problema no es sencillo. En eso estamos de acuerdo con Bookchin, que la realidad social y política lleva a ciertas poblaciones a una situación de penuria que se nos presenta como el resultado “natural” de un conjunto de factores técnicos y demográficos. Pero más allá de eso, el problema de los límites físicos del crecimiento material permanece. Los debates sobre el poblacionismo y la miseria en el medio libertario revelan hasta que punto la crítica ecológica no puede ser dejada de lado. Sin ella la cuestión social se convierte en otra máscara de la economía destructiva y del actual sistema de opresión.
José Ardillo
El legado intelectual de Malthus sobrepasó hace ya mucho tiempo el contenido concreto de sus propuestas y ha pasado a formar parte del vago imaginario colectivo de la modernidad, igual que el darwinismo o el marxismo. Se entiende que Malthus fue el primero en señalar, de manera sistemática, el peligro creciente de un desequilibrio entre población y recursos en la evolución de las sociedades. Para Malthusel crecimiento tiende, de forma natural, a sobrepasar constantemente la capacidad productiva de la sociedad. Por tanto, el principal obstáculo al crecimiento de la poblaciónes la cantidad limitada de recursos. Ahora bien, la población se mantiene a duras penas dentro de los límites de los recursos en virtud de los malos hábitos sexuales que reinan en la sociedad –el libertinaje- y de la miseria presente entre las clases trabajadores. Estos frenos destructivos aumentan la mortalidad y constituyenun obstáculo al crecimiento de la población. Malthus contemplaba estos obstáculos como factores “naturales”. Después, de mala gana, aceptaría también el freno moral –la abstinencia, el autocontrol- comoposible obstáculo al crecimiento.
Entrevista a Maximo Sandin. Bioantrópologo. Profesor de evolución humana en la Universidad de Madrid.

http://vimeo.com/10330767
¿Y tu que sabes? II
http://vimeo.com/10330767
¿Y tu que sabes? II
"¿Y tú qué sabes? Dentro de la madriguera" es una versión extendida de 2 horas y media de duración en la que por fin sus creadores pudieron incluir todos los temas que querían aportar desde el principio: 20 minutos de una nueva animación, nuevas entrevistas y nuevos conceptos para añadir más leña al fuego de la física cuántica y sus posibilidades.

http://youtu.be/wtCtW5bXaOI
¿Y TU QUE SABES?
Película documental sobre la física cuantica, una forma de entender la vida.
Categoría: Formación
http://youtu.be/fphrWLWW7DcLa Psiquiatria, Industria de la Muerte (documental)
El Video muestra 14 documentales con declaraciones de resultados de profesionales de la salud, académicos, expertos en derechos legales y humanos y víctimas de las brutalidades psiquiátricas que van desde electroshock y compromiso involuntario hasta la tortura política, cirugía del alma y los devastadores efectos de los psicofármacos.

http://youtu.be/7WbmywiREZA
El moderno Video demuestra que la psiquiatría es una industria manejada completamente por el dinero, y brinda orientación práctica para los legisladores, doctores, defensores de derechos humanos y ciudadanos para que tomen medidas en su propio ámbito a fin de que la psiquiatría cumpla con las leyes. Presentado por la Comisión de Ciudadanos Por Los Derechos Humanos.
Documental sobre la industria farmacéutica
Desde el año 2002 se sabía que el Vioxx aumentaba la posibilidad de generar infartos al corazón o problemas similares, y no se prohibió hasta dos años después.
El mercado farmacéutico mueve unos 200.000 millones de dólares al año. Un monto superior a las ganancias que brindan la venta de armas. Por cada dólar invertido en la fabricación de un medicamento se obtienen mil en el mercado. Este mercado, además, es uno de los más monopolizados del planeta, ya que sólo 25 corporaciones copan el 50 por ciento del total de ventas.
Si queréis saber más, aquí tenéis, la verdad es que el tema es impactante:

http://vimeo.com/12909669
Anarquismo y Antropología
El moderno Video demuestra que la psiquiatría es una industria manejada completamente por el dinero, y brinda orientación práctica para los legisladores, doctores, defensores de derechos humanos y ciudadanos para que tomen medidas en su propio ámbito a fin de que la psiquiatría cumpla con las leyes. Presentado por la Comisión de Ciudadanos Por Los Derechos Humanos.
Documental sobre la industria farmacéutica
Desde el año 2002 se sabía que el Vioxx aumentaba la posibilidad de generar infartos al corazón o problemas similares, y no se prohibió hasta dos años después.
El mercado farmacéutico mueve unos 200.000 millones de dólares al año. Un monto superior a las ganancias que brindan la venta de armas. Por cada dólar invertido en la fabricación de un medicamento se obtienen mil en el mercado. Este mercado, además, es uno de los más monopolizados del planeta, ya que sólo 25 corporaciones copan el 50 por ciento del total de ventas.
Si queréis saber más, aquí tenéis, la verdad es que el tema es impactante:
Anarquismo y Antropología
![[anarquismoyantropologia.jpg]](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEin1YjTrggHh_sS55JiFELYGmjI94D8qwWxXw9iu-hFiVZ9kJpmSDWGCL9UeEEJUn4yFPtkj0Dy9d9QE25BMtd8MBJbrnZHycGYW6I0StShMzum1nkjnSyeQPWpi_oU34quw8IVXgfgTz11/s1600/anarquismoyantropologia.jpg)
El subtítulo de este libro, "relaciones e influencias mutuas entre la antropología social y el pensamiento libertario", resulta ya esclarecedor sobre las intenciones de esta obra recopilatoria de ensayos de varios autores. El estudio de la realidad humana, y su incuestionable vínculo con el anarquismo, debería estar presente en cualquier título de la abundante literatura libertaria. La atención que la disciplina antropológica presta a la diversidad cultural y la implicación activa que lleva a cabo en sus trabajos de investigación, pudiendo hablarse de toda una "ciencia de las prácticas", hacen que este tipo de esfuerzos sean muy necesarios. Las ideas libertarias no constituyen, tal como afirma el recopilador de esta obra, Beltrán Roca, un sistema cerrado de ideas, su afán por luchar contra todo tipo de dominación va unido a la evolución y perfección de sus propuestas. Los padres del anarquismo moderno, grandes estudiosos de la realidad sociocultural de su tiempo que pretendían transformar, vivieron la época crucial en la que se iban asentando los postulados de esa modernidad, que a la larga supondría el paradójico, y aparente, triunfo del capitalismo.
Sin embargo, el anarquismo ha estado presente en prácticamente todas las realidades humanas desde el comienzo de la historia, las propuestas de los pensadores de los siglos XIX y XX son unas de las muchas posibles y, al no profesar dogma de fe ni misticismo alguno, el futuro está de nuevo por construir con la impagable asimilación de su herencia histórica, filosófica y científica. La antropología, que Roca considera como una disciplina científica más práctica que especulativa, supone una ayuda inestimable para hablar realmente de "lo que se hace". Paradójicamente, si España es casi con seguridad el país con mayor arraigo y logros libertarios, el respaldo académico que posee el anarquismo es prácticamente nulo, por lo que esperamos que esta obra constituya un suma y sigue de un esfuerzo que tratamos de llevar a cabo ya muchos. Si pretendemos cambiar la realidad sociocultural, y dar un nuevo sentido a la palabra "política", estamos obligados a estudiarla en toda su complejidad, a romper de alguna manera esa división intelectual entre el "academicismo" y el mundo real, entre "investigadores" o "intelectuales" y los movimientos sociales, buscando que el estudio y las aportaciones de los primeros nutran y enriquezcan a los segundos. Si tantas veces consideramos que el conocimiento va parejo a la dominación, es nuestra obligación poner aquél al servicio de las ideas antiautoritarias.
Muy interesantes son los dos textos del primer apartado del libro, que vinculan estrictamente antropología y anarquismo, tanto en cuestiones de influencia mutua como en intentos de "desprofesionalizar" la disciplina y ponerla al servicio de los movimientos sociales, que firman Brian Morris y Abel Al Jende. El segundo apartado incluye textos relacionados con el análisis del poder, proponiendo el firmado por Harold B. Barclay matizaciones de gran interés tal y como esa separación terminológica y conceptual entre "coerción" y "dominación" y un "poder" siempre presente en las sociedades humanas, pero susceptible de ser descentralizado, o analizando el realizado por Félix Talego el vínculo del poder con “lo sagrado” y la consecuente aparición de intermediarios entre ambos que reclaman un papel superior en la sociedad.
No voy a decir que todos los ensayos presentes en este libro me hayan parecido valiosos. Es más, mi opinión sobre Zerzan y su análisis va un poquito más allá del respeto que pueda tener a su inclusión en este libro: la deriva que tiene la civilización (o civilizaciones, éste es otro objeto de debate) es totalmente cuestionable, por supuesto; cuestionar la misma civilización en aras de volver a un supuesto estado idílico de la humanidad en comunión con la naturaleza es algo que me parece cercano a un chirriante misticismo ecologista o, directamente, una idea reaccionaria. No es una cuestión para resolver con breves palabras, pero en cualquier caso la “regresión” propuesta por un hombre vinculado constantemente a cierta vertiente “anarquista” me parece más que cuestionable. El breve texto de Zerzan, que en realidad se trata de una transcripción de una charla acompañada de las respuestas a cuestiones planteadas por el público, se encuadra en la última parte del libro llamada "Alternativas de futuro en base al pasado". El otro texto de este apartado, firmado por Karen Goaman, no va tan lejos en su planteamiento como la propuesta de Zerzan de vuelta a una sociedad de cazadores-recolectores y sí apuesta por la progresiva despoblación de las grandes ciudades y un retorno a la agricultura.
A mi modo de ver las cosas, uno de los textos más notables es el firmado por David Graeber, extenso y con un abundante material de referencia que le aporta solidez, "Nunca ha existido Occidente o la democracia surge de los espacios intermedios", cuyo título es ya toda una declaración de intenciones. Este artículo abre el tercer apartado, en el que también se incluyen otros dos textos algo más cuestionables aunque no exentos de interés, llamado "Nuevas miradas sobre los movimientos contemporáneos". El texto de Graeber, que pone en cuestión, no solo que la democracia tenga una tradición meramente occidental, sino el mismo concepto de Occidente, y que trata de desprender a esa opción política de su reducción a "elección de representantes" para llevarla a un terreno libertario, descentralizador y de toma de decisiones igualitarias, merece por sí solo la lectura de este libro.
Sin embargo, el anarquismo ha estado presente en prácticamente todas las realidades humanas desde el comienzo de la historia, las propuestas de los pensadores de los siglos XIX y XX son unas de las muchas posibles y, al no profesar dogma de fe ni misticismo alguno, el futuro está de nuevo por construir con la impagable asimilación de su herencia histórica, filosófica y científica. La antropología, que Roca considera como una disciplina científica más práctica que especulativa, supone una ayuda inestimable para hablar realmente de "lo que se hace". Paradójicamente, si España es casi con seguridad el país con mayor arraigo y logros libertarios, el respaldo académico que posee el anarquismo es prácticamente nulo, por lo que esperamos que esta obra constituya un suma y sigue de un esfuerzo que tratamos de llevar a cabo ya muchos. Si pretendemos cambiar la realidad sociocultural, y dar un nuevo sentido a la palabra "política", estamos obligados a estudiarla en toda su complejidad, a romper de alguna manera esa división intelectual entre el "academicismo" y el mundo real, entre "investigadores" o "intelectuales" y los movimientos sociales, buscando que el estudio y las aportaciones de los primeros nutran y enriquezcan a los segundos. Si tantas veces consideramos que el conocimiento va parejo a la dominación, es nuestra obligación poner aquél al servicio de las ideas antiautoritarias.
Muy interesantes son los dos textos del primer apartado del libro, que vinculan estrictamente antropología y anarquismo, tanto en cuestiones de influencia mutua como en intentos de "desprofesionalizar" la disciplina y ponerla al servicio de los movimientos sociales, que firman Brian Morris y Abel Al Jende. El segundo apartado incluye textos relacionados con el análisis del poder, proponiendo el firmado por Harold B. Barclay matizaciones de gran interés tal y como esa separación terminológica y conceptual entre "coerción" y "dominación" y un "poder" siempre presente en las sociedades humanas, pero susceptible de ser descentralizado, o analizando el realizado por Félix Talego el vínculo del poder con “lo sagrado” y la consecuente aparición de intermediarios entre ambos que reclaman un papel superior en la sociedad.
No voy a decir que todos los ensayos presentes en este libro me hayan parecido valiosos. Es más, mi opinión sobre Zerzan y su análisis va un poquito más allá del respeto que pueda tener a su inclusión en este libro: la deriva que tiene la civilización (o civilizaciones, éste es otro objeto de debate) es totalmente cuestionable, por supuesto; cuestionar la misma civilización en aras de volver a un supuesto estado idílico de la humanidad en comunión con la naturaleza es algo que me parece cercano a un chirriante misticismo ecologista o, directamente, una idea reaccionaria. No es una cuestión para resolver con breves palabras, pero en cualquier caso la “regresión” propuesta por un hombre vinculado constantemente a cierta vertiente “anarquista” me parece más que cuestionable. El breve texto de Zerzan, que en realidad se trata de una transcripción de una charla acompañada de las respuestas a cuestiones planteadas por el público, se encuadra en la última parte del libro llamada "Alternativas de futuro en base al pasado". El otro texto de este apartado, firmado por Karen Goaman, no va tan lejos en su planteamiento como la propuesta de Zerzan de vuelta a una sociedad de cazadores-recolectores y sí apuesta por la progresiva despoblación de las grandes ciudades y un retorno a la agricultura.
A mi modo de ver las cosas, uno de los textos más notables es el firmado por David Graeber, extenso y con un abundante material de referencia que le aporta solidez, "Nunca ha existido Occidente o la democracia surge de los espacios intermedios", cuyo título es ya toda una declaración de intenciones. Este artículo abre el tercer apartado, en el que también se incluyen otros dos textos algo más cuestionables aunque no exentos de interés, llamado "Nuevas miradas sobre los movimientos contemporáneos". El texto de Graeber, que pone en cuestión, no solo que la democracia tenga una tradición meramente occidental, sino el mismo concepto de Occidente, y que trata de desprender a esa opción política de su reducción a "elección de representantes" para llevarla a un terreno libertario, descentralizador y de toma de decisiones igualitarias, merece por sí solo la lectura de este libro.
DOCUMENTALES DE ANTROPOLOGÍA:
Redes 53: Nuestro cerebro altruista

Redes 59: Somos primates (primera parte)

Redes 59: Somos primates (segunda parte)

